Musical de Tomás Ferrando a beneficio del trabajo de Icnelia en Nicaragua

Elche

"En buena compañía" es el título de la comedia musical que la Asociación Artística Tomás Ferrando pondrá en escena el próximo 10 de diciembre en el Teatro Wagner de Aspe con un objetivo solidario: recaudar fondos destinados a un centro de acogida de niños en Nicaragua cuyo proyecto auspicia la ONG Icnelia.

El argumento del musical, escrito y dirigido por Tomás Ferrando Agulló y con un elenco formado por unos 40 artistas, gira en torno a una compañía teatral en crisis que debe salir a flote con muy pocos recursos después de que su representante se haya fugado con todos los fondos.

La Asociación Artística Tomás Ferrando lleva ya tres años de andadura, aunque anteriormente, como Grupo de Baile Tomás Ferrando, acumulara siete años de proyectos. En el mes de octubre de 2016 se representó en el Gran Teatro de Elche “En buena compañía”, la última comedia musical de la asociación, tras dos años de trabajo. En esta ocasión el escenario es el Teatro Wagner de Aspe, el próximo sábado 10 de diciembre a las 7 de la tarde. La entrada es libre hasta completar el aforo y los asistentes podrán realizar voluntariamente una donación solidaria.

Los beneficios obtenidos con la aportación voluntaria de los asistentes irán destinados al “Proyecto CENALCAWAS” en Nicaragua. El Centro de Niños y Niñas Luciano Caldana ) de la ciudad de Waslala, Nicaragua, atiende a niñas y niños en riesgo de exclusión con serias problemáticas sociales y familiares: víctimas de violencia intrafamiliar o abusos sexuales, trabajadores de la calle, pobreza extrema, progenitores con adicciones, etc. Se les acoge ofreciéndoles refuerzo escolar, salud física y mental, así como alimentación y hábitos sanos, con el objetivo de integrarlos y mejorar su autoestima a través de valores y principios relacionados con sus derechos y deberes, el aprecio por el medio ambiente y la igualdad. El proyecto, liderado por la Fundación Madre Tierra (FUMAT) de Waslala como socio local, es apoyado desde hace años por la ONG Icnelia, con sede en Santa Pola, y cuenta con la ayuda de la Fundación Juan Perán-Pikolinos de Elche.