Los egos de Fluxá y Matutes

Palma de Mallorca

Por definición, los magnates locales no hablan, y mucho menos de dinero.

Sin embargo, con la edad llega la necesidad de reconocimiento. En menos de una semana, se han desatado públicamente los egos de Miguel Fluxá y de Abel Matutes, empeñados en vendernos su leyenda. En transformarla en historia.

En el aniversario de Iberostar, el emperador Fluxá implicó a Trump en la adquisición ilegal de hoteles en Cuba en plena campaña presidencial.

Si Trump toma represalias, Balears será la primera plaza bombardeada por el nuevo presidente norteamericano.

En cuanto a egos, Fluxá queda por detrás de Abel Matutes, que es probablemente lo más cerca que ha estado Balears de reeditar a Juan March.

Matutes aprovechó su comparecencia forzosa ante el Parlament para desplegar su ego. Se empeñó en que él ha hecho mucho más por Ibiza que Ibiza por él, como si alguien fuera capaz de distinguir a Ibiza de Matutes.

Un Parlament es poco enemigo para un empresario a quien Franco le dinamitó un hotel porque estorbaba al aeropuerto. Sin embargo, el ego se le desbordó a Matutes al declarar que nunca utilizó su cargo en beneficio de sus negocios, una sentencia que no resiste el contraste con la hemeroteca de El País.

Así en Fluxá como en Matutes, el gran dinero todavía escandaliza más cuando habla.