La manita a la Real y el poder del deporte
A Coruña
El fútbol tiene eso, un buen resultado cambia todas las sensaciones y el estado de ánimo. Una manita al equipo que mejor está jugando en la liga cuando estabas casi tocando fondo, y, automáticamente, el ánimo sube casi a la mitad de la tabla. Aún siendo precavidos y realistas lo mejor de lo que pasó el lunes en Riazor es ese cambio de sensaciones, esa liberación que proporciona el deporte. Catalizador social, argumento capaz de cambiar el ánimo a una ciudad. Instrumento de un poder inmenso que debemos utilizar para lo mejor. Los jugadores del Dépor con el brazalete del capitán con la bandera LGTB, por ejemplo, por el rechazo a la homofobia en el deporte. Esas jugadoras del Dépor femenino, las del Hockey Club Lyceo que han ascendido a la máxima categoría a nivel estatal y han encendido el alumbrado navideño en A Coruña son la prueba. De que el deporte sirve para integrar, para retirar capas de cebolla, para crecer como sociedad. Por eso es tan importante el ejemplo, por eso hacen tanto daño las salidas de tono de deportistas que son iconos.
Vamos a disfrutar.