"Ellos con 15 años han vivido más que nosotras con 40"

Madrid

Han pasado los meses, pero la situación que se vive en el centro no ha cambiado, a pesar de que la dirección general de Familia y el Menor reconociera su sobreocupación y se comprometiera a ampliar el número de plazas.

Centro en el conviven desde recién nacidos, a adolescentes con 15 años, que conocen bien Sonia y Almudena, educadoras que siguen pidiendo medios para poder trabajar con estos chicos que terminan allí por circunstancias bien distintas. Desde menores a los que sus padres no pueden mantener por problemas económicos, a niños que han sufrido maltrato en su entorno, o chicos sin ningún arraigo que han cruzado el Estrecho y llegan a Madrid solos.

"Ellos con 15 años han vivido más que nosotras con 40". El problema cuentan, es que "estamos juntando a niños que se han criado en la calle, y que han tenido que hacer cualquier cosa para sobrevivir, con otros, que han tenido que dejar su casa por maltrato, porque sus padres no se han puesto de acuerdo en la custodia, o por cualquier otro motivo".

Pero la solución defienden, no es hacer guetos, porque son niños. "Es muy triste, pensar que ellos prefieran dormir en la calle a aceptar las normas mínimas que se les exigen en este centro" de estancia temporal temporal y al que llegan por una orden judicial.

En el mismo centro hay un colegio, en el que si no lo conocen también se les enseña el idioma. Dependiendo de la edad, en su tiempo libre también pueden salir . Es ahí, cuentan, cuando vienen los problemas porque "el consumo hace que vuelvan agresivos"

"Nosotras somos educadoras y cuando un niño viene de la calle agresivo, con síntomas de consumo y no le dejas entrar en el grupo, no estás desprotegiendo a ese menor , estás protegiendo a los otros 10 que hay dentro". Porque "también tenemos chicos que llegan aquí con un plan muy claro, quieren labrarse un futuro, y lo consiguen".

Piden entre otras medidas a la comunidad de Madrid que ponga en marcha "con urgencia" centros especializados en adicciones "que ayuden a estos menores antes de que empeoren y arrastren a otros" . Creen que los tendrán que trasladar y repartir con más rapidez de lo que se hace por otros centros, "porque evitaríamos crear guetos", y que las agresiones que puedan sufrir como trabajadores por parte no solo de los menores, sino de algunos familiares, sea considerado un atentado contra la autoridad, al igual que en el caso de profesores o médicos.

Pero además, insisten en ello, la figura del mediador es fundamental, "porque nos ayuda también como traductor, pero solo contamos con él cinco horas, y el día es muy largo, tiene 24"

Fuentes de la Dirección General de Familia y el Menor, insisten en que siguen trabajando en la ampliación de plazas y en un plan de autonomía para estos jóvenes con dificultades de comportamiento. Plan en el que comenzaron a trabajar hace meses, pero de momento, sin resultados.

La consejería tiene además la intención de poner en marcha un nuevo centro para jóvenes con problemas de adicción con capacidad para 30 jóvenes. Pero mientras tanto las educadoras denuncian que , el tiempo pasa, pero nada cambia.