Dulces que te acercan al cielo

Palencia

La riqueza de la gastronomía navideña adquiere su máximo exponente con la repostería monacal propia de estas fechas. Almendras marconas, harinas de primera calidad, azúcar y leche de los monjes trapenses inundan cada Navidad el obrador del convento palentino de las dominicas, para elaborar recetas casi mágicas que endulzan los paladares de miles de palentinos.

Receta a la que hay que sumarle el valor añadido del trabajo manual realizado por estas novicias porque “es el sentido que le damos” ya que “el trabajo se hace para las personas y nosotras intentamos hacer los mismo con nuestros clientes”, explica Sor Sara. Ese pedacito de “amor” que va en cada uno de los turrones, mazapanes o roscos de reyes que elaboran las hermanas dominicas es lo que, además “se llevan los clientes que vienen a comprar” y que va unido a las materias primas que emplean porque, recuerda, “si hay buenas materias prima con las que trabajar, hay calidad”.

El ambiente en el que se cocina la repostería monacal de las Dominicas de Palencia también es otro de los ingredientes principales para estos dulces. “Trabajamos en silencio y también aprovechamos para meditar o rezar”, comenta sor María Jesús. Por su parte, sor Sara explica que dentro de las labores y trabajos que se desempeñan cada día en el obrador lo primero que hay que cuidar es la organización por ello, una de las hermanas es la responsable de llevar a cabo estas tareas organizativas y se encarga de temas de aprovisionamiento, realización de pedidos.

Todo ello dentro de un ambiente de respeto, y es que, para ellas el trabajo es uno de los dones y por eso “trabajamos en la misma dirección”, tanto es así que comparan el desarrollo de su labor repostera con una empresa familiar, a la que hace unos años se sumaron dos trabajadoras externas que ayudan a las hermanas en su día a día en la cocina. Productos con el valor añadido especial del trabajo manual que los consumidores pueden encontrar en el propio convento, ubicado en la capitalina plaza de San Pablo o que “también se pueden comprar a través de internet en lareposteriadelasmonjas.es”, una web de venta online de sus dulces que nació hace un año, explica sor Sara.

Con respecto de las ventas en periodo de Navidad, las hermanas explican que, aunque son mayores que durante el resto del año, “no son iguales a las que tenían antes, algo que achacan a la crisis económica actual. Una producción respostera que durante los demás meses del año se centra en los habituales dulces, entre los que se encuentra uno de los más populares entre los palentino, las herraduras de Hojaldre.

Una tradición de 30 años de historia

El popular obrador de las monjas dominicas de Palencia nació hace 30 años ya que, “antes las hermanas se dedicaban a la costura”. Desde entonces, la repostería de las hermanas se ha convertido en una de las más demandadas de la capital palentina tanto en las navidades como durante el resto del año.

Una labor que es un complemento al resto de servicios a la comunidad y al tiempo de oración que llevan a cabo día a día las dominicas en este convento de la Piedad, que nació en 1521 en la localidad palentina de Torremormojón, fundado por un canónigo de la catedral de Palencia que, cuya muerte, sumada a la opinión contraria de este pueblo, obligó a la congregación a trasladarse hasta su emplazamiento actual, en pleno centro de la ciudad, que fue adquirido tras la venta del edificio actual.