Ni con los artesanos de la paz ni con el Estado de derecho

Bilbao

Porque la vida 4.0 es así, y más en este país donde nunca se han llevado los grises, una se ha sentido este fin de semana como compelida a tomar partido o por los artesanos de la paz o por el estado de derecho.

Que ETA preparaba una entrega de armas unilateral es innegable. Cómo no cuestionarse la oportunidad y los fines de la 'Operación Seminario' cuando el propio Ministerio de Interior la ha justificado solo para evitar una operación propagandística. Propaganda también es vender como golpe policial la detención durante tres días de cinco civiles que creían estar ayudando e investigarles por asociación de malhechores con fines terroristas.

Pero, al mismo tiempo, si ETA, como dice, quiere declararse cuando antes organización desarmada, ha tenido cinco años y lo podía hacer mejor que, sabiendose vigilada, planificar una destrucción por entregas, ahora solo el 15%, ante unos supervisores que suenan de parte, periodista y cámara entre ellos. Por cierto, destruir las armas implica destruir huellas, pruebas y todavía hay 300 asesinatos de ETA sin resolver.