Chulilla, paisajes del Turia

Por Antonio Martín

Valencia

En la comarca de La Serranía, en el interior de la provincia de Valencia, Chulilla se levanta en la cuenca alta del río Turia en un entorno agreste y montañoso. Destaca la oferta natural de su término municipal, con el cañón del río como eje vertebrador desde el embalse de Loriguilla, que posibilita la realización de numerosas actividades como el senderismo las rutas en bicicleta o la escalada.

El patrimonio natural de esta zona es uno de los más atractivos de la Comunitat Valenciana con gran variedad de parajes rocosos, con agua y boscosos o parajes naturales como el los Calderones. Desde distintos miradores como el de las Cuevas, el de la Peñeta se puede disfrutar de espléndidas panorámicas de la característica Muela de Chulilla y se pueden encontrar zonas como El Charco Azul, El Remanso de las Mulas o las Canales en las que es posible el baño en temporada estival, así como cavidades como las cuevas del Tesoro o del Gollisno.

Chulilla tiene un antiguo poblamiento desde la Prehistoria y su estructura actual entre el monte del castillo de origen árabe, declarado BIC, y la bonita hoz que forma el río Turia, deriva de la época medieval. Restos de la antigua muralla y sus portales, la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles (ss. XVI-XVII) o las ermitas de Santa Bárbara y Sant Josep se insertan en los antiguos barrios de la Peñeta, la Iglesia, el Castillo y la Plaza que conforman callejuelas y plazuelas con gran desnivel y escalinatas en las que la arquitectura de casas de cubierta de teja árabe y encaladas configuran un centro histórico que invita al paseo.

El visitante puede disfrutar del turismo activo con más de trescientas vías de escalada deportiva comprendidas entre los 30 y 110 metros de altura, una decena de rutas como la “de los pantaneros” por senderos homologados que parten de la población y llegan hasta las cuevas, fuentes, el embalse de Loriguilla o poblaciones cercanas como Gestalgar o Sot de Chera. También es curiosa la sucesión de puentes colgantes sobre el río Turia en su paso por las gargantas profundas formadas por el cañón del río a lo largo de cuatro kilómetros e interesantes son asimismo las pinturas rupestres descubiertas a finales del siglo XX en el barranco de la Falfiguera. El Balneario de Chulilla, con su oferta de salud y relax completa la variedad de opciones de este municipio valenciano.

Gastronomía:

Rica y variada como corresponde a las tierras de La Serranía, en ella se pueden destacar las ollas de carne y de berzas, el guiso del Rin-Ran (verduras legumbres patatas y bacalao), el ajo arriero y como dulce de la repostería tradicional de Chulilla está el Reguiño, junto a congretes, mantecados y tortas de almendra. Productos autóctonos son también el aceite, pan de horno tradicional, carnes y embutidos de crianza propia y vinos de la tierra (rancio y mistela)