L’Àgora encuentra destino

Valencia

Sin grandes entidades financieras propias, tras la desaparición de Bancaja, CAM y Banco de Valencia, es una buena noticia que La Caixa esté dispuesta a reforzar su compromiso con los valencianos a través de la instalación permanente de un CaixaForum en L’Àgora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Una instalación que es un importante dinamizador cultural y que ya acogen otras ciudades del país.

La elección del edificio de L’Àgora como sede del CaixaForum, anunciada por Ximo Puig, como todas las elecciones, cuenta con ventajas e inconvenientes.

Inconvenientes. No se no creará un nuevo polo de atracción en la ciudad de Valencia, que ahora pivota sobre su centro histórico y el complejo urbanístico de la Ciudad de las Ciencias. Esto supone que otras posibles ubicaciones, como la dársena interior del puerto, que el Ayuntamiento quiere impulsar, tendrá que buscar otro tipo de elementos para abrir la ciudad al mar.

Ventajas. Un contenedor, L’Àgora, que se creó sin uso específico alguno y que se convirtió en uno de los iconos del despilfarro se convertirà, finalmente, en un contenedor cultural de primer orden. La Caixa, que compró el desaparecido Banco de Valencia, demuestra su compromiso social y obtiene para su nueva instalación una imagen poderosa cuyo principal coste ya ha sido desembolsado. El arquitecto, por su parte, logra que uno de sus denostados edificios se vincule al arte y la cultura.

Es, en definitiva, una operación impulsada por el presidente de la Generalitat, que transmite la idea de que si se unen fuerzas es posible levantar la hipoteca reputacional de la Comunidad Valenciana. Feliz Navidad.