Andrés Calamaro, cómo hemos cambiado
El argentino hace una muesca más en el revólver de su discografía que nos sirve para repasar sus éxitos
Fuenlabrada
Si Calamaro tiene algo que decir, lo mejor que se puede hacer es afinar el oído. Uno de los grandes exponentes de la música hispano-argentina regresa con ‘Volumen 11’, un disco, el número catorce de su carrera en solitario. Este‘La noche’ es el tema de presentación de un álbum que va del blues al jazz y que no es apto para todos los públicos musicales. Viajemos a los años 80’ para repasar la carrera del bonaerense.
Andrés Calamaro, cómo hemos cambiado
09:29
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1482510295_414512/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Tras iniciar su carrera profesional con el grupo ‘Los abuelos de la nada’, Andrés da el salto en solitario en 1984 con el disco ‘Hotel Calamaro’, con un sonido más pop y ligero que el que cultivaba en la banda. Sin mucho éxito publicó otros tres discos durante la década que van desde el sonido íntimo hasta el rock and roll frenético como el de 1989, ‘Nadie sale vivo de aquí’, donde comienza la colaboración con Ariel Rot, al que ya analizamos por aquí.
Tras una década siendo multiinstrumentista, compositor, productor y cantante, Calamaro desembarca en España para fundar junto a Rot el grupo Los Rodríguez, para el que faltan palabras de halago. Perpetúan ese sonido tan típico que produce la mezcla Madrid-Buenos Aires y que nos dejó temazos como ‘Sin documentos’.
Aquella época duró hasta 1996 y sin duda será irrepetible, pero, tras cerrar el capítulo de Los Rodríguez, Calamaro abrió otro brillante en solitario. Lo hizo con ‘Alta suciedad’, donde nos presentó lo que de inmediato se ha convertido en una de esas letras que están enmarcadas en el camino al Olimpo de la música: ‘Flaca’.
Pero todavía le quedaba tiempo a la década de los 90’ para convertir a Calamaro en leyenda. Sus apuestas por una música y una edición diferentes a todo lo demás iban a salir bien y se iban a materializar en 37 canciones del disco doble ‘Honestidad brutal’, que entre otras muchas joyas se nos presentaba con ‘Te quiero igual’.
Pero la exageración y la verborrea lírica llegarían un año después, en 2000, con ‘El salmón’, donde cinco discos confluían en un mismo pack que agrandaba la leyenda del argentino con temas que solían estar protagonizados por el rock más clásico como el que daba nombre al disco.
Iniciamos ahora un vacío musical de cuatro años, que se podrían prolongar dos más si no tenemos en cuenta ‘El cantante’, un disco fundamentalmente de versiones. Sin embargo sigue componiendo como un loco aunque apenas lo viéramos en un escenario. Desembocamos en 2006 con otra ronda de versiones, una reunión con Ariel Rot y el disco ‘El palacio de las flores’, este ya con temas propios como ‘Corazón en venta’, con un sonido más pop.
Esta vez no hubo que esperar mucho más tiempo tras este disco para escuchar novedades, en concreto el primer disco absolutamente inédito desde los tiempos de ‘El salmón’. Hablemos de ‘La lengua popular’, donde el sonido se volvía más tradicional y más enraizado en la cultura argentina, lo que le llevó a obtener un Grammy Latino. Más que justificado gracias a canciones como ‘5 minutos más’.
La carrera de Calamaro ha continuado con discos absolutamente eclécticos pero que han seguido demostrando su genialidad. ‘On the rock’, de 2010, era un ejemplo, con temas como‘Los divinos’, un ejemplo de todo lo bueno que atesora el disco.
Pero llegamos al final de este trayecto deteniéndonos en 2013, la penúltima estación de Calamaro hasta el momento. Allí encontramos ‘Bohemio’, un disco que hace honor a su nombre en cortes como ‘Cuando no estás’.