Síntomas de recuperación

Valencia

El Levante empezó el año ganando que es una fantástica noticia y que da continuidad a los síntomas que ofreció en la despedida de 2017 tras el puntazo conseguido en el Pizjuán y el enésimo empate ante el Leganés.

Sufre en silencio la alarmante carencia de gol de sus delanteros, pero tiene otro espíritu y otro comportamiento como equipo. Ya no es ese conjunto timorato, indeciso, al que se le acumulaban los problemas y le entraron las dudas.

Con sus defectos y sus virtudes, vuelve a ser un bloque atrevido, eléctrico y con el suficiente descaro para enmudecer a Cornellá a través de un mejor criterio con balón y siendo muy solidario en el repliegue cuando pierde la posición.

Sin duda, ha encontrado en la Copa del Rey el bálsamo perfecto para aliviar su escasez de puntos y de victorias en las últimas jornadas ligueras, con el Camp Nou de fondo de pantalla y con Messi y Suárez descansados preparando la cita granota.

Tuvieron que pasar 6 partidos oficiales (5 de Liga y uno de Copa) para que el Levante se reencontrarse con el sabor del triunfo, aunque con sensaciones muy distintas al logrado en el estadio de Gran Canaria frente a una descompuesta UD Las Palmas. El conjunto de Muñiz es mucho más reconocible y emite señales que se aproximan a las del inicio de la competición

En esta ocasión, Quique Sánchez Flores no se guardó casi nada y sacó su mejor ataque posible con Gerard Moreno y Sergio García, además de los Piatti, Baptistao y un arsenal de buenos peloteros que se tomaron muy en serio la eliminatoria ante un Levante que ganó la batalla de la posesión y jugó más en campo contrario.

El regreso de Lerma al eje de la medular en los tres últimos partidos ha sido un oasis en mitad del desierto, además de contar con la mejor versión del siempre comprometido Morales, con la excelente concentración de Cabaco, con muy buenos minutos de Coke Andújar en la noche de su debut, con la competitividad de Toño y con un inspirado Raúl Fernández que siempre está para cuando se le necesita.

Sin embargo, la victoria y las posibilidades reales para que el Levante supere esta ronda copera no pueden cambiar ni un ápice la hoja de ruta establecida porque el equipo necesita cuantos antes a un delantero de plenas garantías que le permita afrontar la parte más dura del campeonato.

La permanencia en Primera, los más de 45 millones de euros en derechos televisivos de la próxima temporada, el proyecto deportivo y económico como club, están muy por encima de la ilusión que despertaría entre los aficionados granotas seguir superando eliminatorias.