La falta de espacio ralentiza la mejora de las listas de espera quirúrgica del Hospital Santos Reyes
Mientras sigue mejorando la de de cirugías menores el reto es disminuir la de operaciones de gravedad intermedia
Aranda de Duero
El Hospital Santos Reyes cerró 2017 con una mejora importante en las listas de espera de las cirugías más sencillas con respecto al año anterior, pero como contrapartida empeora el porcentaje de operaciones de gravedad intermedia que se realizan en los 90 días marcados como tope para estas intervenciones.
Mientas que hace un año estaban a la espera de una intervención menor 514 personas el año 2017 se cierra con 376 operaciones de prioridad 3 pendientes, lo que supone una reducción de más de una cuarta parte. Y si estos pacientes en 2016 eran intervenidos en una media de 67 días esta espera se sitúa ahora en 52 días de media, es decir 15 días menos que en el mismo periodo del año anterior. Aún así no todas estas operaciones se realizan en menos de 180 días, que es el tope fijado como objetivo para estas cirugías menos prioritarias. Ahora mismo hay dos pacientes que superan ese periodo de espera, aunque la mejora también es notable, dado que hace un año 23 personas llevaban más de seis meses esperando a ser intervenidos.
Por el contrario, si el Hospital Santos Reyes cerró 2016 alcanzando el objetivo de realizar todas las cirugías de prioridad 2, las de gravedad intermedia, en los 90 días marcados como tope ahora hay más de un 10% de pacientes con este diagnóstico que superan ya los dos meses de espera. Son concretamente una decena de pacientes los que están en esta situación. En este grupo de prioridad dos, es decir pacientes cuya situación clínica o social admite una demora relativa, se encuentran actualmente 93 personas, frente a las 84 de hace un año. La demora media es de 45 días frente a los 38 de finales de 2016
El Hospital arandino vuelve a cumplir este año el objetivo de atender al cien por cien de los pacientes con mayor prioridad de ser intervenidos en el mes siguiente a su citación. De hecho este grupo de pacientes es atendido, como media, en doce días. Ahora mismo hay ocho personas en esta situación.
La tendencia se ha mantenido constante a lo largo de todo este año 2017: mientras han ido mejorando notablemente los datos para los pacientes con patologías que permiten la demora del tratamiento sin que suponga secuelas importantes, ha ido empeorando progresivamente la lista de espera para los pacientes de prioridad intermedia.
La limitación de espacio del hospital arandino es la mayor dificultad con la que se topa cualquier esfuerzo por reducir las listas de espera. Por una parte el hospital arandino cuenta solo con tres quirófanos, que eso sí, se utilizan mañana y tarde con el correspondiente esfuerzo de la plantilla para mantener un ritmo que no es habitual en centros hospitalarios comarcales. Y es que los quirófanos en el centro arandino no se utilizan solo para cirugías sino también para llevar a cabo determinadas pruebas diagnósticas que necesitan espacios asépticos y que en otros hospitales se llevan a cabo en las denominadas “salas limpias” de las que carece, por falta de espacio, el Santos Reyes. En el Plan Funcional del futuro hospital no solo se contemplan cinco quirófanos sino que también se incluye dos gabinetes específicos para pruebas diagnósticas que necesiten un ambiente esterilizado.
De otro lado la escasez de camas dificulta programar operaciones cuyos postoperatorios requieren ingresos prolongados, teniendo en cuenta el riesgo permanente de saturación en la ocupación de camas, especialmente en fechas como las que nos encontramos, en las que las patologías asociadas a la estación invernal inciden con mayor intensidad en una población envejecida como la que atiende el centro comarcal, y que también en verano sufre picos de saturación por el incremento de población que acude en vacaciones y que también es atendida en el hospital arandino.
En cualquier caso el hospital arandino mantiene en los últimos años una tendencia de progresivo descenso de las listas de espera, dejando atrás estadísticas que llegaban a superar el millar de pacientes con intervenciones demoradas. Una mejoría que los responsables del hospital arandino achacan muy especialmente al esfuerzo personal y profesional del personal sanitario del centro ribereño.