Tribunales
Sanidad pública

Condenan a Sacyl por la muerte de un berciano que esperaba un trasplante

La sentencia deja constancia 'del mal funcionamiento de la administración' y de una 'cadena de errores' que, finalmente, impidieron al paciente acceder a un trasplante de hígado

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Ponferrada

La sala de lo contencioso administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha condenado al Sacyl como responsable patrimonial de la ‘cadena de errores’ que provocó la muerte de un paciente berciano que necesitaba un trasplante de hígado.

La sentencia condena a la administración sanitaria autonómica al pago de una indemnización de 150.000 euros a los familiares del fallecido, un hombre de 50 años que , según la jurisprudencia, sufrió ‘una pérdida de oportunidad’, es decir, en este caso, la administración hurtó al paciente la posibilidad de recibir un tratamiento para seguir con vida debido a una serie de retrasos y errores injustificados.

A pesar de contar en 2013 con todas las indicaciones médicas realizadas en el Hospital del Bierzo para recibir un trasplante de hígado, el hospital de referencia, el Río Hortega de Valladolid, decidió repetir las pruebas para verificar la intervención, un proceso que, según los protocolos sanitarios, debe realizarse en un mes y que, en este caso, se dilató durante 10 meses.

No sólo eso, durante ese tiempo también se olvidaron de sumar una de las pruebas al historial y, una vez cumplidos todos los trámites, el hospital de referencia decidió probar un tratamiento alternativo, ya desaconsejado, en lugar de optar por el trasplante. Toda la situación se prolongó durante más de un año lo que provocó un grave deterioro de la salud del paciente que, cuando pudo llegar el momento del transplante, ya no podía afrontar con garantías esa posibilidad.

Para la abogada, Emma López, lo más importante de la sentencia es ese mal funcionamiento de la administración que, en el ámbito sanitario, puede tener resultados tan fatales como el fallecimiento de un paciente.

De hecho, la letrada reconoce que la familia sólo ha perseguido con este proceso que casos como el del fallecido no se vuelvan a repetir. Los errores en cadena podían haberse evitado y, sin embargo, la total descoordinación entre los diferentes estamentos sanitarios ha tenido consecuencias fatales para un paciente.

 
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