‘Estar en paz’

Los Barrios

Hay todo un aprendizaje hasta llegar a descubrir que las circunstancias de la vida no son ni positivas ni negativas sino que simplemente son como son. Porque a fin de cuentas, ¿qué consideramos negativo y qué positivo? Para la mayoría de las personas la limitación, el fracaso, la pérdida, la enfermedad o el dolor, en sus innumerables formas de manifestarse, ha sido su mejor maestro. Cuando el viento parecía venir en contra nos enseñó a soltar las velas, a no poner resistencia a lo que es y llegar a un lugar desconocido donde nunca antes habíamos imaginado llegar, dejando atrás deseos superficiales y espejismos.

Creo que la herramienta más saludable de la que el ser humano dispone es el perdón. Y es más importante el perdón del presente que el del pasado porque si solucionas la afrenta o el daño en el momento, y si te toca pedir perdón lo pides o si te sientes ofendido lo hablas, evitas así una acumulación de resentimiento que será más complicado perdonar más adelante.

No quiero hablar de felicidad ya que es un estado intermitente y poco duradero, lo que quiero hablar es de estar en paz, porque estando en paz dejas de estar en conflicto. La mayoría de la gente parece que tiene que sufrir mucho antes de abandonar las resistencias, aceptar y perdonar. Pero a medida que vamos consiguiendo esa aceptación de lo que es sin poner resistencia se produce una transformación del sufrimiento en paz interna. Cuando algo te aflija habrá lágrimas y tristeza pero por debajo de esa tristeza aflorará una profunda serenidad que nacerá de la aceptación.

Es la mente la que quiere dominar todas tus parcelas, pero cuando dejas de estar sometido a su esclavitud y conectas más con tu ser interno dejas de crear dramas y participar en ellos.

Toda negatividad es resistencia. No ofrecer resistencia a la vida es estar en un estado de tranquilidad y ligereza. Y puede que no siempre te sientas feliz pero al menos estarás en paz.