Un pequeño gran hombre de seis años, otra historia de violencia machista
El comentario de Consuelo Bautista (18/01/2018)
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A Coruña
Sobre las seis de la madrugada de este domingo un niño de seis años, vecino nuestro, llamó al 092 desde su casa de Labañou para decirles: "Están matando a mi mamá". El compañero de su madre, sujeto a una orden de alejamiento que había quebrantado, la estaba agrediendo y el pequeño, que facilitó claramente su dirección, tuvo la sangre fría de llamar a la policía. No sabemos qué hubiera pasado si no hubiera tenido los reflejos necesarios, los que podría no tener ni un adulto. Si no se hubiera hecho cargo de la situación. Pero se hizo, y hoy contamos una pequeña historia que es grande porque habla de valentía y clarividencia para un niño tan pequeño que debe estar acostumbrado a buscar soluciones por sí mismo. El drama de la violencia de género es terrible siempre, pero cuando los niños están en medio y sufren en sus carnes lo que pasa, a veces hasta con su vida, nos hacen ser conscientes de la gravedad y la extensión de esa enfermedad social que se llama machismo. Y ahí había un niño de seis años, con una altura moral enormemente más grande que aquel que se atrevía a agredir a una mujer por el hecho de ser mujer para evidenciar el contraste que se puede dar entre los actos de los seres humanos. El temple era tan inmenso que cuando los policías se personaron no estaba en la habitación. Le daba el biberón en otra estancia a su hermano de medio año ¡Qué ternura y qué grandeza!