Nueva decepción en el Sadar
La efectividad del Nastic le dio la victoria ante un Osasuna que dispuso de más y mejores ocasiones pero al que la falta de acierto le privó de puntuar
Pamplona
Las 3 victorias consecutivas y la posibilidad de auparse hasta la tercera posición en la tabla, ilusionaban al osasunismo ante el partido aplazado en su día por la nieve ante el Nastic. La salida de Osasuna, con 4 canteranos de inicio en el once, jugando bien, creando ocasiones y llegando con peligro hacían presagiar una buena tarde para los rojillos. Sin embargo, entre el poste que impidió el 1-0 para los 2 minutos en una buena acción de David Rodríguez y el paradón de Dimitrievski a un gran remate de cabeza de Unai García ya nos empezaron a dar avisos de lo que podía pasar. El Nastic pagó con su propia medicina a Osasuna. Los catalanes aprovecharon el error en cadena de Mérida, Unai García y Sergio Herrera para que Manu Barreiro adelantara en el marcador a la media hora de juego.
Tras el descanso el monólogo ofensivo de Osasuna todavía fue más abrumador. Diego Martínez hizo debutar en el Sadar a los 2 fichajes de invierno, Borja Lasso y Rober Ibáñez en los primeros compases de la segunda parte. El técnico rojillo cambió el sistema dejando defensa de 3, con Clerc y Barja como extremos y Lasso e Ibáñez por dentro. Llegadas con peligro por las bandas, pases entre líneas pero no hubo forma. Dimitrievski se convirtió en el hombre del partido con sus paradas. Una a bocajarro a Xisco dentro del área pequeña, otra a Unai y la última a Lasso entre su repertorio de intervenciones de mérito. Para la anécdota ya el gol de la sentencia de Álvaro Vázquez que con todo Osasuna ya volcado, marcó a placer para establecer el 0-2 definitivo.
Nueva decepción en el Sadar pero en este caso más por el resultado que por el juego. Osasuna dispuso de más y mejores ocasiones que el Nastic pero le faltó acierto. Ahora sin tiempo apenas de lamentaciones a pensar en el partido del domingo de nuevo en el Sadar ante la Cultural Leonesa. Oportunidad para resarcirse del tropiezo y convencidos de que jugando así lo normal es ganar.