Los puertos españoles se enfrentan a una 'fuga' de barcos de recreo a Bélgica

Sevilla

La bandera belga está proliferando en los puertos españoles. La cuelgan embarcaciones de recreo nacionales que cada vez en mayor número se matriculan en países como Bélgica, sobre todo, y en Holanda donde los requisitos administrativos y de seguridad son más flexibles.

La razón fundamental es económica. Aunque siguen tributando en España, este cambio les permite eludir la normativa de seguridad española que es, según los empresarios náuticos, demasiado exigente y a veces obsoleta. Obliga, por ejemplo, a pagar por inspecciones cada cinco años, más de 200 euros anuales por el mantenimiento de la balsa salvavidas, y el cambio cada tres años del material pirotécnico. El ahorro, según la gestoría Marinos.es, que gestiona el cambio de bandera, puede llegar a ser de 1.500 euros, cada cuatro años, cuando este trámite cuesta 500, en el caso de la enseña belga, y la mitad por la holandesa.

En estos países matricularse también es más sencillo. El proceso es más rápido, menos complejo y puede hacerse incluso por vía telemática.

Dependiendo del puerto, entre un 5 y un 15 por ciento de las embarcaciones de recreo han optado por el cambio de bandera. Es la estimación que hace la Asociación Nacional de Empresas Náuticas cuyo presidente, Carlos Sanlorenzo, advierte de que se está produciendo un "agravio comparativo" con los demás barcos.

Una 'fuga' de embarcaciones de recreo a Bélgica que se está dando en Andalucía, sobre todo en barcos de pesca deportiva, en Cataluña y en mayor medida en el levante español. Un ejemplo gráfico de esta situación se da, por ejemplo, en el Club de Regatas de Alicante, donde se ha pasado en los últimos dos años de una bandera belga a 30.

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Y desde hace algo más tiempo se viene dando esta situación en Baleares donde se compite, por este motivo, sin igualdad de condiciones, según denuncia el presidente de la comisión de charter náutico de la Asociación Patronal de Actividades Marítimas de las Islas, José María Jiménez, quien advierte además de un efecto dominó.

La patronal trabaja con el Ministerio de Fomento en una normativa para modernizar el sector que, según la Asociación Nacional de Empresas Náuticas, podría frenar este éxodo de empresas náuticas.