Castilla-La Mancha, la única que no gestiona sus Parques Nacionales

Ciudad Real

El Gobierno de Castilla La Mancha sigue reclamando la transferencia de los dos Parques Nacionales de la región: el de Cabañeros y Las Tablas de Daimiel. Se quiere desde la Junta de Comunidades gestionar de manera directa ambos espacios.

Y es que Castilla La Mancha es la única Comunidad Autónoma que no administra de manera directa de los Parques Nacionales ubicados en su tyerritorio, por lo que desde el gobierno regional se están manteniendo reuniones con miembros de la secretaría de Estado de Medio Ambiente.

Consideran desde la Junta una anomalía esta situación por lo que esperan que antes de que termine la legislatura se transfiera la gestión. Patricia Franco, consejera de economía y turismo, considera que esta situación hace que Castilla La Mancha no juegue en las mismas condiciones.

Se quiere poner en marcha un proyecto de educación ambiental dotado con 1,5 millones de euros de presupuestos propios, en el que la Consejería pretende a través de sus espacios naturales potenciar la educación ambiental.

Una administración directa permitiría una gestión global de los recursos turísticos integrando estos espacios naturales que mejoraría la oferta principalmente de Ciudad Real.

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Ciudad Real, única provincia con dos Parques Nacionales

Ciudad Real es la única provincia de todas las del ámbito  nacional que cuenta en su territorio con dos Parques Nacionales: el Parque Nacional de Cabañeros y el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel.

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El Parque Nacional de Cabañeros fue muy célebre por haber estado a punto de convertirse en campo de tiro, este parque refugio de grandes rapaces, cigüeñas negras y otras muchas especies en peligro de extinción es hoy uno de los rincones protegidos más valiosos de los Montes de Toledo, comarca situada en la submeseta meridional, en pleno centro de España, en las provincias de Ciudad Real y Toledo.

El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel es un humedal prácticamente único en Europa y último representante del ecosistema denominado tablas fluviales, antaño característico de la llanura central de nuestra Península. Es un ecosistema complejo que mezcla las características de una llanura de inundación, producida por los desbordamientos de los ríos Guadiana y Gigüela en su confluencia, con la de un área de descarga de aguas subterráneas procedentes de un acuífero de gran tamaño. Un hábitat extraordinario para numerosas aves y fauna ligada al medio acuático.