El futuro de las cooperativas aragonesas está en las alianzas con empresas alimentarias

Aragón

Se autodefinen como las empresas más democráticas, donde las decisiones no las toman gerentes sometidos a la presión de los mercados. Se reivindican como las únicas empresas del territorio que fijan población y crean empleo en el medio rural.

En el horizonte del futuro tienen este reto: "dejar de ser granero para convertirse en despensa". Son las palabras de José Víctor Nogués, presidente de las cooperativas agroalimentarias de Aragón, que añade que "competir por el precio de los productos es imposible, pero no por la calidad. En tiempos de una sociedad globalizada debemos mirar al producto local, que puede ofrecernos un producto de calidad a un precio razonable". Y para llegar a eso, las cooperativas estudian nuevos modelos, como las alianzas con grandes empresas de la alimentación. 

Toño Romé, responsable del área de cooperativas de UAGA, está de acuerdo con este paso aunque dice que "hay que saber con quién aliarse para que no crezca el número de intermediarios, que provoque una subida del precio final".

Y mientras las cooperativas tratan de cambiar hábitos de consumo en los mercados, reclaman mejoras en las conexiones por carretera, formación y nuevas tecnologías. Esta petición se hace desde el sector a todos los niveles institucionales. "La competitivad no se mide solo en el precio del producto, sino en las posibilidades de servirlo en condiciones o de estar en la red para ofrecerlo" afirma José Víctor Nogués. Además, desde UAGA, Toño Romé, recuerda que "siguen siendo nicho de empleo". Cada agricultor profesional del medio rural puede generar entre 7 y 8 puestos de trabajo con sueldos decentes y garantías laborales. Las cooperativas en Aragón facturan en torno a los 1.000 millones de euros al año.