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La libre elección sigue beneficiando a los hospitales de gestión privada

Han ganado 80 mil pacientes en detrimento de los centros más antiguos y con más lista de espera, según el análisis realizado por la Asociación Madrileña de Enfermería y el sindicato MATS de la memoria del SERMAS

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Madrid

Desde que Cristina Cifuentes llegó al gobierno de la Comunidad de Madrid, la sanidad pública ha perdido camas, quirófanos y personal. Además, según los datos de la memoria del servicio madrileño de salud de 2016, la libre elección ha vuelto a beneficiar a los hospitales de gestión privada.

De hecho han ganado 80 mil pacientes en detrimento de los centros más antiguos y con más lista de espera. La Asociación Madrileña de Enfermería y el sindicato MATS han realizado conjuntamente un análisis de la memoria del SERMAS. Luis Fernández, médico del Ramón y Cajal cree que este es uno de los motivos de la caída de la actividad asistencial en los centros totalmente públicos. "Estos hospitales reciben cada vez más enfermos para ser operados o para pruebas diagnósticas. La derivación de recursos hacia la sanidad privada sigue en ascenso a costa de disminuir la inversión en la sanidad pública", ha asegurado Fernández.

A su vez, ha descendido el número de trabajadores y camas. De ello se queja también el médico Luis Fernández, que considera "inaceptable" la disminución de recursos en la sanidad pública. "Tenemos 450 profesionales menos durante 2016 y más de 1.500 camas menos desde 2013 entre las perdidas y las no utilizadas", ha dicho Fernández.

La Asociación Madrileña de Enfermería Independiente (AME) y el sindicato MATS denuncian que incluso hay indicadores que han desaparecido de la memoria, como los datos del Hospital Santa Cristina o los de la Lavandería Hospitalaria Central. Unos datos que no se publican, en este caso, desde 2013 que fue cuando la lavandería se privatizó.

Además las reclamaciones han subido en todos los niveles asistenciales. El transporte sanitario no urgente se ha llevado la palma con casi un 50% más de quejas que en 2015.

Por ejemplo Antonia ha puesto dos reclamaciones en el último año. Su padre se encuentra en silla de ruedas y han necesitado la ayuda del servicio de ambulancias. "Para citas por ejemplo de 15 minutos en un centro hospitalario hemos llegado a estar desde las 10 de la mañana, que se suponía le recogían, hasta llegar a su sitio de destino a las 9 de la noche", se queja Antonia. Esto, dice, le ha supuesto a su padre una falta de medicación, alimentos y cambio de pañales.

El pasado año se interpusieron al servicio de ambulancias no urgentes, que está en manos de distintas concesionarias, casi 2.000 reclamaciones.

 
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