Estibadores y vecinos desconfían del cierre de las naves para graneles

Alicante

Estibadores y trabajadores del Puerto han acogido de forma muy distinta a los vecinos la construcción de una terminal con naves cerradas en el puerto, donde poder descargar graneles sólidos evitando las emisiones directas a la atmósfera;  algo que se abordará en el Consejo de Administración el próximo viernes.

Mientras la plataforma vecinal, que defiende desde el principio estas naves como una medida higiénico-sanitaria y medioambiental, se ha mostrado satisfecha con el anuncio, los estibadores cuestionan que esta solución sea el fin del problema y temen además, por sus puestos de trabajo.

Este mismo miércoles se ha celebrado un consejo de administración de la Sociedad Estiba, que agrupa a estas empresas y por la tarde, prevista la reunión de todos los colectivos implicados -las empresas, pero también los estibadores- para valorar las repercusiones de la posible instalación de las naves y las medidas que tomarán, en ese caso.

No entienden los estibadores que no hayan servido de nada otras mejoras añadidas por el puerto, como las mamparas o la tolva ecológica, que a ellos, dicen, les ha costado "poner de su bolsillo", aseguran, puesto que han supuesto una reducción de trabajo para ellos.

Paralelamente, se quejan de que últimamente la ocupación de la plantilla se sitúa entre un 10 y un 15 %, por la menor afluencia de buques, al estar restringida su actividad por la prohibición del Consell. Dudan de que las empresas estén dispuestas a asumir los costes de estas naves y que sean la solución definitiva. Tampoco están seguros apunta José Castells, coordinador de Trabajadores del Mar, de qué ocurrirá con sus puestos de trabajo.

Mientras, los vecinos se muestran satisfechos por la instalación de las naves y por "el aire más puro", dicen, que ya estos últimos días se respira en las inmediaciones. Eso sí, achacan a la "irresponsabilidad" del presidente de la Autoridad Portuaria, Juan Antonio Gisbert, de haber llevado al puerto a este punto, "por su actitud irracional", subraya José Santamaría, presidente de la Plataforma de Afectados por las descargas tóxicas del Puerto.

Ahora confían en que las naves cerradas se instalen "a la mayor brevedad y en un plazo razonable", para que el de Alicante deje de ser "un puerto tercermundista", dice, y sea, añade, "el primer beneficiado".

Recordamos que está previsto fijar los plazos para la convocatoria pública de un concurso que saque a concesión la construcción de una terminal cerrada, tal y como venían reclamando tanto los vecinos como la Generalitat, una vez cancelada la licencia provisional que disponía el Puerto para realizar dicha actividad.