No llueve eternamente

Valencia

Mañana analizaremos qué ha pasado en la eliminatoria para que el Deportivo Alavés haya complicado tanto la clasificación del Valencia para semifinales de la Copa del Rey. Mañana debatiremos si las alineaciones de Marcelino García Toral han sido acertadas o no. Mañana nos preguntaremos las razones por las que el fútbol de Dani Parejo apenas ha brillado en más de 200 minutos. Mañana insistiremos en el gran problema que tiene el equipo para defender los centros laterales. Un drama recurrente desde agosto. Mañana será el momento de pensar en la factura física que puedan pagar Gabriel Paulista, Kondogbia o Zaza en el encuentro del sábado contra el Real Madrid.

Pero esta noche, esta noche, vamos a ser felices. Hace diez años que el murciélago no se mete en una gran final de la Copa del Rey. Y ahora mismo está a una eliminatoria de conseguirlo. Tratando de extraer conclusiones positivas después de una ronda de sufrimiento extremo de las que no se olvidan, el primer aspecto a destacar tiene que ver con el alma del vestuario, con la capacidad competitiva del grupo. El Valencia no se dejó ir en el partido de ida tras el golazo de Sobrino para el 0-1 y en Mendizorroza ha tardado exactamente 5 minutos en nivelar el tanto inicial de Munir.

Otro motivo para sonreir y para incidir en la capacidad del entrenador para sacar lo mejor de los jugadores a los que dirige tiene que ver con Santi Mina. Junto a Parejo y Rodrigo puede ser de largo el futbolista más mejorado de la temporada. Sale desde el banquillo con una voracidad de gol que casi siempre tiene premio. La definición con la zurda en el 1-1 justifica el precio que el club pagó por su fichaje hace dos temporadas.

Venimos de dos años tan duros, tan insoportablemente largos, que tenemos la obligación de paladear cada segundo hasta que amanezca. Es una de esas noches para irse a la cama con la sonrisa puesta. Para pensar en el cosquilleo y las mariposas que tendremos en el estómago al despertar el viernes, el día del sorteo. Para valorar lo grande que es ser del Valencia. No llueve eternamente. Sean felices.