Sociedad
Accesibilidad universal

No es obligatorio votar para instalar un ascensor, pero las comunidades de vecinos lo siguen haciendo

Doce ascensores se han instalado en vía pública de Toledo durante los últimos siete años. Afrontar el coste y la falta de solidaridad siguen siendo los mayores obstáculos

Válida sin barreras

Toledo

Doce ascensores en dominio público se han instalado en Toledo durante los últimos siete años. El último autorizado por el ayuntamiento es para una comunidad de vecinos de la calle Martínez Simancas. La ordenanza de accesibilidad, para edificios antiguos sin posibilidad de tener un ascensor para sus moradores, se ha utilizado en dos barrios: la Reconquista y Palomarejos. La mayoría de estos edificios fueron construidos antes de los años sesenta, cuando la ley no obligaba a instalar un ascensor en los inmuebles con menos de seis alturas.

La instalación, explica el concejal de urbanismo, Teo García Pérez,  requiere el acuerdo de la comunidad de vecinos, la realización del estudio con todos los informes técnicos y se aprueba por la comisión de urbanismo y el pleno municipal, exigiendo el pago de un canon por la cesión de suelo publico. Con carácter general la cesión del suelo en la capital cuesta, según el edil, entre 3000 y 5000 euros 

La Ley dice que no es necesario votar 

La complicación surge en las votaciones de las comunidades de vecinos, que siguen realizándose, aunque basta que una persona con dificultad de movimiento lo solicite para que haya que hacerlo. Así lo recoge una modificación legislativa del año 2013Si el último recurso es un ascensor en la vía pública, por la fachada del edificio, previamente, debe existir, por supuesto, una petición expresa de un vecino con discapacidad y un informe de arquitectura debe certificar que es imposible actuar en el interior del edificio. Si eso es así, "la administración está obligada a ceder espacio público para su instalación por el exterior"

Instalar uno de estos ascensores puede acarrear un coste de 40.000 euros y exige derramas con las que se presentan discrepancias  -afirma el administrador de fincas Fernando de la Morena-  que advierte de la necesidad de un acuerdo entre los propietarios para afrontar el gasto.    

Falta solidaridad 

Aunque existen ayudas de programas regionales y estatales para eliminar barreras, a la hora de instalar un ascensor, incluso en aquellos lugares donde parece imposible, "el mayor obstáculo sigue siendo la falta de sensibilidad", explica Marce de la Vega, que es técnico jurídico del CERMI, a pesar de que la instalación de estos ascensores revaloriza el inmueble. 

No pueden instalarse en aquellos lugares en los que se obstaculiza la circulación de coches y peatones y el Casco Histórico de Toledo, donde se encuentran los edificios más necesitados por ser más antiguos, está fuera de la ordenanza, según el concejal de urbanismo, por razones obvias.

En Toledo, tres de las autorizaciones para ascensores se han realizado en la actual legislatura y las calles Orgaz, Brive, Burdeos, Quintanar y Ocaña, son algunas de las que acogen un elevador sobre las aceras

 
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