Curiosidades científicas (II)

A Coruña

Hoy les traigo una nueva colección de curiosidades científicas que les servirán de mucho cuando tengan enfrente a un cuñao sabiondo. En este caso toca hablar de curiosidades del mundo animal.

Hablemos de tamaños. Porque el tamaño importa. Por ejemplo, el tamaño de los ojos. Alguien con los ojos grandes siempre destaca. Pues bien, el animal con los ojos más grandes del mundo es el calamar gigante y sus ojos miden 38 centímetros de diámetro. Piensen en 38 centímetros y luego abran mucho sus pequeños ojos con la sorpresa.

Sigamos con tamaños, pero ahora, el insecto alado más pequeño del mundo. Se trata de la avispa parasitaria de Tanzania y mide lo mismo que el ojo de una mosca común. Como para ponerse a cazarlos.

¿Y el mayor animal jamás descubierto cual fue? Pues un dinosaurio, claro. En concreto el Seismosaurus, que medía 30 metros de altura.

Hay animales que están en este mundo de casualidad. Uno de ellos es el koala, que duerme 22 horas al día. Me recuerda a mi adolescencia. Por cierto, hay otro animal, el perezoso, que duerme 20 horas al día, con lo cual, el koala es más perezoso que el perezoso. Incongruencias de la naturaleza.

Y luego están nuestras queridas vacas, con su parsimonia, con sus cuatro estómagos...pero sobre todo, con sus emisiones de metano a la atmósfera. Una vaca, una sola vaca, emite 150kg de metano al año. Hagan sus cálculos.

Pero bueno, aún así queremos a nuestras vacas y queremos a los animales en general, excepto a bichos como la rana colombiana "Dardo dorado" que una sola de ellas puede matar a mil humanos con sus toxinas. Caca, rana mala.

Lo normal es querer a los animalicos bonicos, pero...¿qué pasa con los animales feos? ¿Es que nadie piensa en los pobres gusanos y las pobres lombrices, por ejemplo? Pues también tienen su corazoncito. De hecho, una lombriz de tierra común tiene cinco pares de corazones. Amor para dar y recibir.

Por último, los animales se diferencian de las personas en algo muy concreto. Los animales no usan redes sociales. Y es que no las necesitan, como nosotros, que estamos enganchados. Los animales como la ballena jorobada, se comunican a gritos que suenan más alto que el motor de un Comcorde y se pueden llegar a escuchar a 926Km de distancia. ¿Quién necesita teléfono con semejante capacidad pulmonar?

En fin amigos, hasta aquí estas curiosidades sobre animales, unos seres que jamás escuchan la radio. Ellos se lo pierden. Qué duda cabe.