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Cabanilles, un músico universal en San Marcelino

Cabanilles se convirtió en el compositor valenciano para órgano más importante de nuestra historia

Cabanilles, músico universal

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Valencia

El barrio de San Marcelino fue auspiciado por el que fuera arzobispo de Valencia durante 20 años, entre 1946 y 1966, Marcelino Olaechea. El Arzobispo Olaechea albergaba una gran conciencia social, y sabiendo que los habitantes más desfavorecidos no podían esperar a la raquítica respuesta del Estado y su política de vivienda pública, creó un banco y un patronato, ambos bajo la advocación de la Virgen de los Desamparados, para la construcción de viviendas higiénicas de renta reducida. El dinero para llevar a cabo el proyecto lo consiguió con de la famosa tómbola que funda en 1948 e instala en la plaza de la Reina y por la cual se le empezó a conocer como el Arzobispo Tombolero. La recaudación de la Tómbola Valenciana de Caridad la destinó casi íntegramente a la compra de solares y a la construcción de viviendas, y en 1948 el Patronato levanta los primeros grupos en Tendetes y Patraix, y un año después en Benicalap. Y en 1951, su proyecto estrella, el comentado barrio de San Marcelino, que con 530 viviendas fue el grupo más grande de todos los que construyó el Patronato.

El primigenio barrio de San Marcelino estaba formado por la iglesia y por cuatro manzanas de viviendas construidas en medio de la huerta de Favara, y se encontraban unidas urbanísticamente a la ciudad precisamente por la calle dedicada al Arzobispo Marcelino, que conectaba el grupo residencial con la carretera Real de Madrid. Como era de esperar, la toponimia urbana de aquel incipiente barrio fue consagrada al arzobispo que la patrocinó y a la iglesia católica en general. Así, los primeros nombres rotulados en el barrio fueron los de San Marcelino, Arzobispo Olaechea, Pío IX, Pío X y Reverendo José Noguera.

Ya en la década de los 60 todas las infraestructuras proyectadas en el Plan Sur levantaron una frontera urbana entre el grupo residencial y las partidas meridionales del término municipal, obligando la expansión del barrio hacia el norte, en busca de la Rambleta. En este primer ensanche del barrio surgieron nuevas calles y por tanto nuevos topónimos urbanos. El primero de ellos fue a parar a la calle que en dirección este-oeste se alineó paralela a la de Arzobispo Olaechea hacia el norte y perpendicular a la de San Marcelino, y recibió el nombre del organista y compositor valenciano Juan Bautista Cabanilles ( Algemesí, 1644 – Valencia, 1712).

El músico Cabanilles, como está rotulada la calle desde 1960, fue propuesto a la vez que otro insigne compositor valenciano, Vicente Martín Soler, cuya nombre fue dado a una calle del barrio de la Isla Perdida. Según los musicólogos, Cabanilles es el compositor valenciano para órgano más importante de nuestra historia, y una de las figuras más importantes de la música del siglo XVII.

Nació en Algemesí, donde recibió enseñanza musical. Fue el organista principal de la Seo de Valencia hasta su muerte en 1712. La cantidad y calidad de su obra, casi en su totalidad organística, le hacen ser considerado el compositor más destacado del barroco español, por lo que incluso es conocido como el “Bach español”. Es sin duda, la obra de este músico valenciano y universal, el culmen de la música organista hispana de los siglos XVI y XVII.

 

 
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