Mantienen penas en juicio de tendero chino y defensa cuestiona la instrucción
El caso por la muerte del comerciante en 2015 en Torrelavega queda visto para sentencia
Santander
Las acusaciones y las defensas del juicio del tendero chino que murió tras una paliza han mantenido sus peticiones: la Fiscalía y el letrado de la viuda que los acusados sean condenados por asesinato, con una pena de 25 años de cárcel cada uno, y la absolución en el caso de las defensas, que cuestionan la instrucción.
En la última sesión del juicio, que ha tenido lugar hoy en la Audiencia de Cantabria, las partes personadas en el proceso han mantenido sus peticiones de pena, sin introducir alternativas.
La Fiscalía y la acusación particular piden 25 años de cárcel para cada uno de los tres acusados (dos chicos y una chica) y les achacan los delitos de asesinato y robo con violencia en local público. Además, a uno de ellos le atribuyen un delito de lesiones.
Además de la cárcel, estas acusaciones piden veinte años de libertad vigilada e indemnización.
Las defensas sostienen que en ningún caso cabría una condena por asesinato y defienden que el suceso fue "una cadena de calamidades" que desembocaron en la muerte del tendero chino, un resultado que, según estos abogados, nadie podía prever.
Uno de los abogados de la defensa ha considerado que ni siquiera el Juzgado de Torrelavega o la Policía pensaron en un principio que este asunto podría acabar en un procedimiento por asesinato, y de ahí que la instrucción haya sido "un desastre".
Este abogado ha señalado que esta causa comenzó a instruirse como un delito de lesiones, de modo que, a su juicio, la investigación no fue todo lo profunda que requiere un asesinato, y la Policía no tomó los datos de más de un par de testigos, no se hizo un reconocimiento de la tienda ni tampoco una reconstrucción, y no se mandó a analizar la ropa de los detenidos para comprobar si había restos de sangre o señales de lucha.
Pero el fallecimiento del comerciante chino cinco días después de los hechos lo "lo cambió todo" y, según este abogado, todas esas "insuficiencias" en la instrucción resultan ahora determinantes.
El abogado del acusado que sigue en prisión provisional, el único que ha reconocido que propinó "tres puñetazos", ha asegurado que este chico no ha mentido y ha considerado que un cúmulo "de fatalidades" llevaron a que el comerciante muriera, por una mala caída tras esos golpes y las patologías previas de esta persona.
Las defensas cuestionan también el testimonio de la viuda del tendero, a quien no otorgan credibilidad, y piensan que no ha dicho la verdad porque supondría reconocer que su marido compraba mercancía robada para vender después en su bazar.