“En un limbo legal”
En Cantabria, ningún ayuntamiento ha elaborado una ordenanza que regule la apertura de sedes de Asociaciones Cannábicas.
Dos jóvenes consumiendo marihuana en un club de cannabis.(Facebook)
Santander
En la región existen 40 Clubs Cannábicos, asociaciones legales en las que se consume marihuana dentro del ámbito privado. Más de 4000 personas que pertenecen a uno de estos clubs y que quieren que se establezca una normativa sin lagunas.
A pesar de que la regulación de estos clubs es competencia exclusiva de la administración central, muchos ayuntamientos del país, han elaborado ordenanzas que determinan que requisitos deben de cumplir los locales que acogen este tipo de asociaciones. Ninguno en Cantabria, según explica Antonio Bezanilla, abogado que representa a las Asociaciones Cannábicas de Cantabria.
Desde la Asociación Cannábica Bolera Besaya que recientemente fue absuelta de los delitos contra la Salud Pública y Asociación Ilícita de los que se la acusaba, uno de sus miembros, Iván Palazuelos explica que la Administración Central actúa de manera contradictoria, al permitir la constitución de estos clubs, a los que en ocasiones persigue.
En su mayoría, se trata de un grupo de amigos que se reúnen para consumir cannabis, aunque ellos, explican que esa es la base de su creación, pero que su labor es más amplia. Inciden en que desarrollan también formación y divulgación y una importante labor al dispensar cannabis para uso terapéutico, que recuerdan se ofrece a través de parches o infusiones, nunca fumado.
Entrevista Asociación cannábicas ( 10/02/2018)
22:55
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Hace ya casi un año que el portavoz del PP en el Parlamento, Eduardo Van den Eynde, conseguía una declaración parlamentaria favorable a impulsar la regulación del cannabis terapéutico, por unanimidad de todos los grupos.
Estas asociaciones se van a constituir en una Federación que las agrupe y que les sirva de interlocutor válido ante las Administraciones Públicas. Una Federación que según explica, Mario Delgado de la Asociación Cannábica “Mary Jane”, permitirá establecer unos criterios comunes acerca del consumo permitido, que evite acceder al mercado negro.
