Otro día de la radio

PALMA

Celebramos hoy el día de la radio, pero lo importante es que no se note.

La radio tiene la ventaja de que no necesita grandes conmemoraciones. Es inmediata y cotidiana, más callejera que palaciega.

Notamos su ausencia porque no notamos su presencia. La radio acompaña, no se impone.

He escuchado tanta radio como el que más, pero no soy nativo de practicarla.

La precisión era innecesaria, se nota en mis errores.

No importa, me enamoré de los peligros de la radio, de su irreversibilidad.

Quién no querría vivir en directo, en lugar de ensayar cada frase.

Soltar en antena “orín”, cuando querías decir ‘Irún”.

Todo es falso en televisión, todo es cierto y con mucha barba en la prensa escrita.

En cambio, la radio no finge y solo fracasa cuando sermonea.

Nunca he estado en la radio con ganas de estar en otro sitio, y el trabajo en radio siempre se me hace corto.

Como ahora mismo, en que se acabó mi tiempo y temo haberlo vuelto a perder.

En fin, les dejo con más radio.