Obras del metro: la zanahoria del agravio

Málaga

El alcalde ha dado un puñetazo en la mesa por las obras del metro, con la Avenida de Andalucía convertida desde hace ocho años en una gymkana caótica realmente muy enojosa.¡Es un atentado a la ciudad! clama el alcalde a cinco columnas contra la Junta.

Admitamos que el alcalde siempre ha sabido abrir frentes de batalla contra la Junta: el agravio es una de sus especialidades. Como le dice hoy, en la viñeta del Roto, un agricultor a otro: dejemos las naranjas y cultivemos agravios, ¡es mucho más rentable! Pues eso, el alcalde cultiva agravios cuya alta rentabilidad está fuera de duda. No hay más que ver su trayectoria.

Claro que el alcalde, a la vez que protesta por las obras del Metro, lleva casi los mismos años bloqueando la línea norte al Hospital Civil. Ah, pero a eso no lo llama bloqueo, sino espíritu constructivo de colaboración para hacer las cosas bien. Así cualquiera.

En realidad el alcalde maneja estas polémicas con mucha habilidad, siempre a la carta. En Eugenio Gross, se justifica en respetar la voluntad de la gente que se ha expresado en contra; pero, en cambio, en los terrenos de Repsol no permite que la gente se exprese. ¿En qué quedamos? Pues eso, según le convenga.

Entretanto, ¿hablamos de las pensiones? ¿hablamos del ruido, cuyo mapa de zonas saturadas vuelven a retrasar por enésima vez? Pues no, ya tenemos la zanahoria que nos vuelve a conducir a otro lado más conveniente. Así que, más madera… que es la guerra.