Los registros civiles, en el aire

Santander

Los empleados de los registros civiles de Cantabria ven con preocupación la entrada en vigor de la nueva legislación, a partir del próximo 1 de julio, que pretende reducir estas oficinas en Cantabria a una o dos como máximo. Normativa que solo contempla la existencia de un registro en cada Comunidad y en las ciudades con más de 500.000 habitantes.

Esta semana el Congreso de los diputados rechazó en pleno el mantenimiento, además, de todas las oficinas actuales de los partidos judiciales y Juzgados de Paz. Con la entrada de esta nueva ley, se pretende centralizar los servicios de los Registros Civiles de cada Comunidad Autónoma.

En Cantabria 68 trabajadores mantienen activas el casi centenar de oficinas, una prácticamente en cada municipio. Oficinas que evitan que los cántabros tengan desplazarse para realizar los trámites correspondientes.

Los Registros Civiles salen de la Administración de Justicia y el personal funcionario que los ocuparía sería también de otras administraciones. Por eso, el puesto de trabajo de muchos de estos trabajadores corren peligro, una gran parte además son interinos.

Solo quedaría una oficina del Registro Civil en cada comunidad autónoma y, en el mejor de los casos, una más como máximo por cada 500.000 habitantes, y los Juzgados de Paz perderían las competencias delegadas en materia de Registro Civil, con importantes consecuencias también que tendría para la ciudadanía y para el empleo.

Comisiones Obreras asegura que estas transformaciones necesitarían una serie de medidas (nuevas instalaciones y edificios, personal con la necesaria formación, desarrollos informáticos aún en fase de adjudicación) que, dicen, harían imposible desde todo punto de vista su puesta en marcha.