Cuatro acusados de introducir cocaína en Fontcalent niegan los hechos

Alicante

Cuatro acusados de introducir cocaína en el centro penitenciario de Fontcalent entre 2010 y 2011 han negado los hechos y otros cinco se han negado a declarar en el juicio iniciado este lunes en la sección tercera de la Audiencia Provincial.

Los nueve acusados fueron detenidos a raíz de la intervención de conversaciones telefónicas en las que aludían al tráfico de estupefacientes que presuntamente llevaban a cabo en la prisión.

Los acusados son dos reclusos del centro y siete familiares y conocidos de los mismos, acusados de introducir la droga oculta entre sus pertenencias durante los 'vis a vis' que mantenían con los presos. Así, durante el juicio cinco de los procesados se han acogido a su derecho a no declarar y otros cuatro han negado los hechos imputados.

La fiscalía en su escrito de calificación considera a los nueve acusados responsables de un delito de tráfico de drogas y solicita penas que van de los tres años y seis meses a los seis años de cárcel y multas de 35.000, 65.000 y 99.000 euros.

Los dos familiares de los reclusos que sí han prestado testimonio, la hermana de uno y la pareja sentimental del otro, solo han respondido a las preguntas de las defensas, han negado que introdujeran cocaína en la prisión y han asegurado que en los 'vis a vis' solo llevaron comida escondida entre sus ropas y otras prendas de vestir para sus familiares presos que eran registradas por los funcionarios.

Por su parte, los dos reclusos acusados de recibir la droga y distribuirla en la prisión han negado este extremo. Uno de ellos ha indicado que por su trabajo en la cocina de la prisión sí hacía algunos "trapicheos" con tabaco y tarjetas telefónicas, pero ha negado que distribuyera cocaína en el centro penitenciario.

ANULACIÓN DE LAS ESCUCHAS

Por su parte, las defensas de los acusados al inicio de la vista han solicitado como cuestiones previas, la anulación de las intervenciones telefónicas realizadas por la Policía y autorizadas por el juzgado de Instrucción 2 de Alicante en marzo de 2011, que acabaron con la detención de los procesados, al considerar que "se vulneró la intimidad de las comunicaciones" de los procesados.

Al respecto, los tres abogados defensores han argumentado que la intervención de los teléfonos se realizó a pesar de "la carencia de indicios" para llevarlo a cabo así como que el oficio remitido por Instituciones Penitenciarias al juzgado instructor, en el que se aludía a un "aumento inusual de incautaciones de droga" en la prisión de Fontcalent, "no estaba suficientemente motivado con datos concretos", según han defendido.

En ese sentido los letrados de la defensa han cargado contra la "opacidad total" del oficio de Instituciones Penitenciarias que motivó las intervenciones telefónicas, tildándolo de "dudoso" y asegurando que las propias características de la prisión "favorecen que se controle a los internos sin necesidad de pinchar teléfonos", por lo que han asegurado que el argumento de la "ley del silencio" que impera entre los reclusos esgrimido por las autoridades penitenciarias es más propio "de las películas de Coppola".

Según el relato de los hechos recogido en la calificación del ministerio público, a raíz de las intervenciones de los teléfonos de los acusados y tras las detenciones derivadas la Policía realizó distintos registros en domicilios y vehículos de los procesados en los que incautaron diferentes cantidades de cocaína que en total sumaban más de un kilo y medio de sustancia estupefaciente así como diverso material y sustancia de corte.