Dejen la lengua tranquila
¿Por qué la actual derecha política insiste en el error de pensar que la mayoría de los ciudadanos de Baleares percibe la lengua como un problema?
Dejen la lengua tranquila. 19.02.18
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PALMA
La derecha política balear insiste en el error de convertir la lengua en un problema para obtener votos. Sólo Cañellas, y durante unos años Matas, supieron ver que lo más rentable en las urnas es hacer precisamente lo contrario: liderar el consenso para dejarla tranquila. Cañellas y Matas conocían lo que pensaban sus votantes, comprendían a la derecha social, la base de sus mayorías absolutas.
Actualmente, Baleares se rige por la Ley de Normalización Lingüística de 1986 que aprobaron todos los partidos cuando Gabriel Cañellas presidía la Comunidad. El decreto de mínimos que establece que al menos el 50% de la enseñanza se imparta en catalán lo aprobó Jaume Matas, otro presidente del PP, en 1997. Sólo Bauzá se atrevió a romper el consenso lingüístico que había liderado su propio partido, lo que supuso su tumba política. ¿Por qué entonces la actual derecha política insiste en el error de pensar que la mayoría de los ciudadanos de Baleares percibe la lengua como un problema?
No hay conflicto lingüístico en Baleares. Basta pasear por sus calles con las orejas abiertas y sin prejuicios ideológicos para comprobarlo. Y agitar el conflicto político utilizando la lengua como arma de combate nunca sale gratis y tiene graves consecuencias para la convivencia social.
Eso también lo sabían Cañellas y Matas. Eso lo sabemos la mayoría de los ciudadanos de Baleares.