Sobre el insularismo de Morales

Santa Cruz de Tenerife

Podemos acusó ayer al presidente del Cabildo grancanario, Antonio Morales, de instalarse en una nueva versión de insularismo, “envolviéndose en la bandera de Gran Canaria” igual que “hacia el anterior presidente insular”, José Miguel Bravo de Laguna.

En esta ocasión, la acusación de Podemos tiene enjundia y mal café, porque se basa precisamente en denunciar en Morales ese insularismo que el crítica en Coalición. Para hacerlo, Podemos ha aprovechado un momento crucial, la presentación de los datos ofrecidos por la comisión para estudiar los desequilibrios entre Tenerife y Gran Canaria, creada por decisión unánime de los grupos cabildicios en julio de 2015. El presidente del Cabildo de Gran Canaria, aprovechó una rueda de prensa convocada para ofrecer las primeras conclusiones de la Comisión, para denunciar el neoinsularismo que se ha instalado en Canarias, que se define –dice Morales- porque “una parte del Archipiélago copa los órganos de gobierno y de poder, lo que produce desequilibrios contra Gran Canaria”. La región, asegura Morales, “no se puede construir propiciando desequilibrios, limitando el crecimiento de esta isla, limitando su desarrollo, comprando en muchos casos voluntades para atenuar las demandas y las voces críticas, ocultando datos para tapar la verdad, creando una estructura de poder para propiciar el avance de unos territorios frente a otros y utilizando recursos al margen de la sociedad civil y las instituciones grancanarias”.

Lo que pasa es que ahota Podemos asegura que el informe presentado por Morales, realizado por la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria, una Sociedad Anónima dependiente del Cabildo, es en realidad un informe de parte, manipulado, “realizado por los grupos políticos, sin contar con la oposición. Es sabido que Podemos mantiene prácticamente desde la constitución del Cabildo un pleito abierto con su presidente, al que reprocha haber apostado inicialmente por la facción podemita de Brito, finalmente expulsada de los órganos de Gobierno de la corporación insular, en una de esas purgas que parecen jalonar la práctica política de los morados. A Morales le ha salido peleona su izquierda precisamente donde más le puede doler…