Objetivo: moderar el riego
La Confederación Hidrográfica del Duero recomienda cautela en la planificación de cultivos que requieren mucho aporte de agua dada la lenta recuperación del nivel de agua en los pantanos de la cuenca
Aranda de Duero
Moderación en la planificación de cultivos que requieran mucha aportación de agua. Es el principal mensaje que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) está comenzando a trasladar a los regantes de esta cuenca, en una serie de reuniones que comenzaban hoy en Aranda de Duero y Peñafiel, dada la lentitud con la que se están recuperando los embalses tras haber finalizado un año marcado por la intensa sequía. Pese a que las lluvias y nevadas de estos meses de invierno están mejorando los niveles de agua embalsada, a día de hoy aún son inferiores a los del año pasado por estas fechas. Sin querer alarmar a los regantes, la CHD recomienda que se extreme la cautela. Alfredo González es el Director Técnico de la Confederación.
La previsión que manejan los técnicos es que esta campaña la zona del Alto Duero pueda contar con entre 90 y 100 hectómetros cúbicos de agua, de los que obligatoriamente tienen que quedar 30 al final de la campaña, en septiembre, para caudal ecológico y para urgencias imprevistas.
Dadas las circunstancias actuales y para evitar conflictos como los surgidos el verano pasado entre regantes del Alto y del Bajo Duero, porque unos habían agotado su dotación mientras otros tenían un sobrante la CHD recomienda que se planifiquen los cultivos ateniéndose escrupulosamente a las previsiones y situación de los embalses a día de hoy, respetando al máximo las cifras de dotación que se les asigna.
Aunque desde la CHD reconocen que la construcción de nuevos embalses o presas podrían proporcionar mayor tranquilidad y evitar incertidumbres a los regantes, advierten también de que de nada sirven las infraestructuras si no hay aportes de agua.
A la reunión mantenida en Aranda estaban convocadas las Comunidades de Regantes del Alto Duero, algunos ayuntamientos e Iberdrola, que tiene presas con saltos de agua para generar energía eléctrica en esta zona de la cuenca. El pantano de referencia es el de la Cuerda del Pozo y entre todos los convocados representan unas 27.000 hectáreas regables.
El estado actual de los embalses de toda la cuenca, al 35 por ciento de su capacidad y con un ritmo de recuperación lento y desigual por zonas, permite prever que será necesario ajustar las dotaciones de metros cúbicos por hectárea durante la campaña de riego, salvo que las condiciones varíen a lo largo de las próximas semanas y la primavera. Las juntas de explotación se celebrarán en marzo con presencia de los diferentes usuarios –comunidades de regantes, ayuntamientos, empresas del sector hidroeléctrico...- con objeto de determinar los volúmenes de agua existentes para cada uno de los usos, dentro de los doce sistemas de la cuenca del Duero, en la campaña que comenzará en abril. Los acuerdos serán ratificados por la Comisión de Desembalse que tendrá lugar a primeros de ese mes de abril. Este órgano de participación, donde también se hallan representados los usuarios, determinará las reservas que habrán de quedar en cada embalse a 30 de septiembre, fecha en que concluye la campaña de riego y el año hidrológico. De esta manera, se concretarán las dotaciones por hectárea para cultivos de regadío según las zonas.