Se lo esperaban

Zamora

No hay paso atrás. El anuncio ayer de la portavoz de la Junta de Castilla y León y consejera de Agricultura, Milagros Marcos, de la aprobación de un decreto para simplificar los trámites para la instalación de macrogranjas ganaderas, entre ellas las de porcino, no echa atrás a los colectivos que se han manifestado en contra en esta provincia.

La oposición a las macrogranjas va a seguir adelante, y bajo los mismos argumentos: ni crea empleo, ni fija población y contamina tierra y aguas, tal como ha vuelto a recordar Pedro Luis Anta, miembro del movimiento contra la macrogranja de Cerecinos de Campos.

Los movimientos creados en la provincia contra la instalación de las macrogranjas, localizados en Cerecinos, Faramontanos o Pozuelo de Tábara, admiten que no les extraña la posición “facilitadora” de la Junta para los trámites de las macrogranjas. “Nos lo esperábamos”, ha dicho Pedro Luis Anta, que ha añadido que “es lamentable”.

Afirma que van a seguir adelante, a pesar del revés que les ha supuesto la postura de Alianza por la Unidad del Campo (UPA-COAG) a favor de la macrogranja de Pozuelo. El lunes tienen previsto reunirse para tomar nuevas decisiones.

Insisten que la política de la Junta sólo permitirá que traigan aquí lo que no quieren en otras provincias.