"Le dije a mi médico que era transexual y no supo qué decirme"

Tiene que ser duro levantarse cada mañana, mirarse al espejo y no sentirte identificado, ver a un extraño. Tiene que ser duro tener que interpretar un papel cada día, durante décadas, delante de la sociedad que no entiende que te encuentras en un cuerpo que no te corresponde, pero "da miedo ver como tu médico de familia, el que te tiene que ayudar, se queda en blanco y no sabe que responderte cuando le dices que te sientes un hombre aunque tengas un cuerpo de mujer", relata Hugo García Sáez, responsable del área Trans de la Fundación Triángulo.

Él nació en un cuerpo de chica y "con 3 o 4 años ya sabía que algo no 'iba bien'. Veías el cuerpo de tus compañeros y notabas que algo estaba pasando. (...) Primero piensas que eres una chica lesbiana, pero te das cuenta de que no es así", cuenta Hugo durante su entrevista en A vivir que son dos días Castilla y León. La peor etapa que él recuerda es "cuando me bajó la regla, ya que me recordaba cada mes lo que no quería ser", asegura.

Hugo ahora tiene 40 años y lleva tres en pleno proceso de cambio de sexo. Nos ha contado con detalle como ha sido su vida y cómo la afronta ahora.

¿Para qué sirven las hormonas y cómo es el proceso de cambio de sexo?

El doctor Antonio Becerra, médico endocrinólogo coordinador de identidad de género de la comunidad de Madrid, nos ha explicado la función de las hormonas y cómo es el cambio de género, un proceso que dura "toda la vida".

La educación como antídoto a la intolerancia

Las personas transexuales se tienen que enfrentar cada día a mofas, insultos y discriminación por parte de compañeros de clase o en la calle. "Falta formación del profesorado en esta materia y más contenidos que normalicen esta situación", según Olga Hurtado, representante en Castilla y León de Movimiento Contra la Intolerancia.

Castilla y León es todavía una de las pocas comunidades del país que no cuenta con una Ley de Igualdad y Diversidad Sexual, una ley que ayudaría a las personas en esta situación.

A falta de ley, buenas son asociaciones como Fundación Triángulo como punto de partida para buscar la felicidad, que al final, es lo que busca cualquier persona.