"Mis padres eran refugiados y sé lo que es necesitar un sitio al que poder ir"

Bilbao

Decenas de personas se han manifestado en las tres capitales vascas, junto a más de 25 ciudades europeas, para exigir a los gobiernos de Euskadi, España y la Unión Europea políticas migratorias humanas que respeten los derechos humanos de los refugiados e inmigrantes.

"Mis padres son refugiados y sé lo que es necesitar un lugar al que poder ir", cuenta Marianne, una bilbaína con raíces en Angola que ha participado en la marcha que se ha celebrado en Bilbao. "¿Por qué no abrir las puertas para ayudar a los demás?", se pregunta, aunque ha señalado con orgullo que, iniciativas como esta, "son una esperanza para ellos de que hay gente que quiere acogerles". Así pues, junto a Marianne, más de un centenar de personas, convocadas por la plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak, han partido a las doce del mediodía de la explanada del Ayuntamiento de Bilbao bajo el lema "No a la Europa fortaleza. Los derechos humanos no se negocian", y, tras pasar por el Casco Viejo, ha concluido en el barrio de San Francisco, donde han leído un comunicado.

Con estas convocatorias simutáneas, han reprochado que las administraciones europeas, nacionales y locales están "más preocupadas de proteger sus fronteras y mercados, y enriquecerse con el negocio de la guerra y las fronteras, que de proteger los derechos humanos". Una situación que en Euskadi, en concreto, representa el muro construido por el Puerto de Bilbao.

Por último, los manifestantes han pedido también que se cumplan las convenciones internacionales sobre el derecho de asilo y que "se trabaje este asunto con el espíritu de acogida porque esta gente tiene derecho a migrar y nuestra obligación es acogerles", han concluido.