Empieza el ultimátum a Muñiz

Valencia

Muñiz se la juega de verdad. El Consejo de Administración decidió el pasado lunes mantener en el cargo a su entrenador pero no lo hizo de forma indefinida.

Orriols esperaba un cambio de tendencia ante el Real Betis y se encontró con la undécima derrota de la temporada y con la impotencia de saber qué soluciones podría sacar al Levante de la zona de peligro.

Ni la modificación del sistemas con dos delanteros, ni la aportación de jugadores nuevos en el once como Armando Sadiku, ni la reaparición de Jefferson Lerma posibilitaron que el conjunto granota se reencontrase con una victoria que no consigue desde hace trece jornadas.

El tiempo para el entrenador asturiano se agota y la paciencia no es infinita. Este jueves se sentará en el banquillo de Mendizorroza ante el Deportivo Alavés y si no se produce una derrota vergonzosa también dirigirá a su equipo en Orriols en la matinal del domingo ante el Espanyol.

Después de esos dos partidos, la dirección deportiva volverá a realizar un análisis de rendimiento para saber si el equipo ha mejorada o ha entrado en una involución y se verán en la necesidad de sustituir a su entrenador para buscar un nuevo estimulo que haga reaccionar a la plantilla.

En la convocatoria del técnico asturiano se quedaron fuera por diversas molestias físicas tres jugadores que venían de jugar de inicio en el partido contra el Betis del lunes: Sergio Postigo, Jason y Cheick Doukouré.