El programa de voluntariado ambiental de Fundación Caja Burgos fomenta el apego al territorio

Burgos

El programa de voluntariado ambiental que organiza la Fundación Caja Burgos con la colaboración económica de la Obra social "la Caixa" no solo fomenta valores de cuidado ambiental, cooperación y solidaridad, sino que potencia el apego al territorio y el sentido de identidad, ha explicado su coordinador, Miguel Ángel Pinto. En 2017 se desarrollaron gracias a este programa, en el que han participado más de 1.500 voluntarios de Burgos, Valladolid y Palencia, treinta y seis actividades de recuperación de parajes y tradiciones de las tres provincias.

El Patio de la Casa del Cordón alberga desde hoy una exposición que recoge en un panel explicativo para cada una de las actividades las distintas iniciativas acogidas al programa. Dichos proyectos han sido promovidos tanto por administraciones locales, mancomunidades y otras unidades administrativas de régimen local como por entidades y asociaciones sin ánimo de lucro e incluso ciudadanos a título particular.

Pinto ha explicado que se han centrado sobre bienes públicos en cinco ámbitos concretos: actuaciones de Ecología de Reconciliación, que fomenten la biodiversidad en los entornos humanizados; fomento de la realización de itinerarios terapéuticos, para mejorar el bienestar humano y la recuperación de su relación con la Naturaleza; mejora de la calidad y disponibilidad de agua a través de la recuperación y mejora ambiental de riberas, cauces, humedales, turberas, fuentes o manantiales; proyectos que ayuden a la lucha contra el cambio climático; y actuaciones y estudios científicos que analicen la lucha contra especies invasoras o aspectos concretos de diversidad natural. De hecho, han recibido estas ayudas proyectos muy variados, entre los que se cuentan la reintroducción del buitre negro en el Sistema Ibérico, instalación de refugios para las aves migratorias, eliminación de la hierba de la Pampa, recuperación colectiva de variedades tradiciones de frutales, eliminación de exóticas invasoras en el tramo urbano del Canal de Castilla, acondicionamiento de una isleta natural para la nidificación de aves y un proyecto para la mitigación del cambio climático en Tierra de Campos.

En todos los casos, el Aula de Medio Ambiente de Fundación Caja de Burgos coordina y colabora con la organización de la acción de voluntariado y, en caso de ser necesario, apoya con voluntarios propios las actuaciones de forma coordinada con los vecinos del municipio para la mejora ambiental de la zona seleccionada. Además, ofrece asesoramiento técnico, prepara el terreno en los casos en que se requiere maquinaria y difunde convenientemente las actividades desarrolladas.

En esta nueva edición de las ayudas, el Aula de Medio Ambiente ha proporcionado asimismo formación a todos los voluntarios en sus respectivas localidades, mediante recorridos que ayudan a reconocer la biodiversidad y los puntos de interés de sus respectivos entornos, al tiempo que brinda pautas para su conservación, seguimiento y mejora.

Pinto ha insistido en que estos proyectos se convierten en "auténticos encuentros intergeneracionales" y ha señalado que, en muchas ocasiones, se trata de actuaciones en localidades muy pequeñas, algunas con una veintena de habitantes. En la inauguración de la muestra, el director de La Caixa para Castilla y León y Asturias, Marc Benhamou, ha considerado que este es uno de los proyectos de voluntariado más ambiciosos de los que patrocina la entidad y ha destacado lo que supone como incentivo a la "solidaridad, cooperación, respeto y compromiso".