Suspendido el juicio del accidente mortal de Ron Montero

Motril

El Juzgado de lo Penal 2 de Motril tenía previsto acoger este jueves el juicio por el accidente laboral ocurrido en 2014 en Bodegas Ron Montero y que se saldó con la muerte de un trabajador días después del incendio, mientras que otros dos trabajadores resultaron heridos de gravedad.

El titular del juzgado Penal del número 2 ha decidido suspenderlo por la incomparecencia de un testigo propuesto por la empresa, encargado de la prevención de riesgos laborales en la fábrica de ron, que se considera fundamental para la causa.

El juicio tenía que haber comenzado a las 10 de la mañana y no ha sido hasta hora y media después cuando se ha anunciado su suspensión. Se han vivido momentos muy tensos previo al anuncio de suspensión, tanto que uno de los trabajadores afectados no ha podido ocultar su desesperación por cerrar este caso que le mantiene sin dormir al igual que a su compañero. Ambos se han visto seriamente preocupados por su situación.

Durante toda la mañana tanto los abogados de las partes como las compañías aseguradoras han estado reunidos buscando un acuerdo que evite la celebración del juicio aunque sin éxito. No obstante, los letrados seguirán reuniéndose en próximos días. De no producirse acuerdo alguno la próxima vista, en principio, se ha fijado para los próximos dias 5 y 6 de abril.

El fiscal pide para los dos acusados una pena total de tres años y cuatro meses de prisión por un delito de homicidio por imprudencia profesional grave y por otros dos de lesiones también con imprudencia.

También solicita para ambos la inhabilitación para el ejercicio de la profesión de administrador de empresas y técnico de prevención por un tiempo de tres años y medio, así como que indemnicen con más de un millón de euros a uno de los trabajadores y con 600.000 euros al otro (M.G.R.) por las heridas, secuelas y perjuicios físicos y morales ocasionados.

Por su parte, la acusación particular ejercida por uno de los trabajadores eleva las peticiones a más de cinco años de prisión para ambos por la totalidad de los delitos, mientras que la del otro afectado pide más de 2,5 años de cárcel.

En el juicio estaba previsto que  sentará en el banquillo de los acusados a la que por entonces era la administradora de la empresa y al técnico de prevención de riegos laborales, cada uno de los cuales se enfrenta a una petición de la Fiscalía de tres años y cuatro meses de prisión.

El accidente se produjo el 2 de julio del 2014 a consecuencia de una deflagración ocasionada en un depósito de alcohol con capacidad para 30.000 litros que motivó un incendio que los bomberos tardaron varias horas en extinguir, puesto que hubo que esperar hasta que se consumiera el alcohol para evitar que se reavivaran las llamas.

En este incendio resultaron heridos tres trabajadores que tuvieron que ser trasladados al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, uno de los cuales, M.G.R., de 45 años, murió, mientras que los otros dos estuvieron un largo tiempo hospitalizados.