Los vigilantes del centro de menores de Zumarraga, "al límite"

Bilbao

"Amenazas diarias, agresiones, violencia... todo sin el apoyo de la dirección del centro y de las instituciones, y realizando labores que no corresponden al personal de seguridad en un centro de nivel I y con un sueldo totalmente low cost". Es la descripción que realiza Juan, nombre ficiticio, en nombre de los vigilantes de seguridad que trabajan en el Centro de Menores Ibaiondo de Zumarraga, de la situación que viven en el día a día. La califican de insostenible y piden mejoras en sus condiciones laborales ante la situación límite a la que, dicen, se ha llegado. "En zona de aulas se suelen producir agresiones a profesoras, como la última que sucedió en la cual un menor agredió con una silla a una profesora dándole varios golpes en la cara".

En una entrevista concedida al programa A vivir que son dos días Euskadi, han explicado que, debido a la presión que soportan en su trabajo, de los 19 vigilantes que prestan su servicio en el centro, actualmente 5 están de baja laboral, algunos de ellos por causas psicológicas. "El detonante han sido, por una parte, las nuevas incorporaciones de menores en el centro. Son internos con una agresividad y con unos delitos más graves de los que teníamos hasta ahora". Por otra parte, se quejan de las condiciones laborales en las que, aseguran, llevan muchos años. "Años y años de esfuerzo por parte de seguridad con unas condiciones que no son las propias del puesto en el que estamos".

El centro acoge a 38 menores atendidos por 50 profesionales entre técnicos, educadores, trabajadores sociales y psicólogos, además de los 19 vigilantes. Según explican los vigilantes, "están entrando en los últimos meses menores con un perfil más agresivo, más violento, un menor que acata las normas mucho peor que los menores que teníamos hasta entonces". Denuncian que, si el servicio de seguridad ya era escaso por las condiciones económicas, ahora mismo se encuentran "totalmente desbordados". Ibaiondo es el único centro de menores en Euskadi de internamiento cerrado. A él llegan los menores que cometen los delitos más graves, como los presuntos autores del asesinato de Rafael y Lucía en Otxarkoaga.

Un vigilante, según el colectivo, cobra 950 euros al mes más las horas extras que realice "que suelen ser muchas para poder llegar a un sueldo de 1.200 euros al mes". "Este trabajo supone un cansancio y un desgaste mental impresionante", explican. Cobran 19,30 euros de peligrosidad al mes y solicitan que se aumente a 142 euros. También solicitan un incremento de la hora extra a 0,88 euros. Sostienen que el personal del centro, y pone como ejemplo al servicio de limpieza, cuenta con pluses mucho más altos que ellos, y argumentan que no es comprensible que su sueldo sea similar al de un vigilante de un súpermercado o de una fábrica. "De hecho, hay problemas para cubrir nuestros puestos, porque nadie quiere venir a trabajara aquí", cuentan. Además, "si antes trabajábamos solo con un módulo abierto, ahora atendemos a cinco módulos", explican.

En palabras del colectivo de vigilantes, han trasladado "en muchas ocasiones a la dirección del centro que la mayoría de las labores que estamos realizando a diario no tiene nada que ver con las labores que debería realizar un vigilante de seguridad. Esas labores impiden que el verdadero trabajo de seguridad se realice en las condiciones óptimas para que sea un centro 100% seguro". Denuncian que "a ninguna de las quejas le ha puesto solución la dirección y ya no sabemos a quién acudir. La única respuesta que nos traslada es que debemos ser más flexibles e intentar hacerlo todo, cosa que nos parece imposible".

Reacción del Gobierno Vasco

La Cadena SER en Euskadi se ha puesto en contacto con la dirección del centro para incorporar también en A vivir que son dos días Euskadi su punto de vista. Elude hacer cualquier tipo de declaración y se remite al Departamento de Justicia. Desde la Dirección de Administración de Justicia sostienen que no han recibido una queja formal por parte de los vigilantes. Afirman que es un tema al que conceden importancia y piensan actuar dentro de sus competencias para buscar soluciones. Los vigilantes trasladarán la próxima semana por escrito sus peticiones al Gobierno Vasco.