Sociedad
Discapacidad

Sara Rodríguez: “Para respetar a un discapacitado hay que ofrecerle las mismas oportunidades”

Fepamic ha celebrado su 30 aniversario este viernes en un acto que tuvo lugar en el Palacio de Viana. En esta entrevista, su presidenta, Sara Rodríguez, insiste en que las personas con discapacidad “podemos hacer muchas cosas y estamos preparadas para hacer mucho más”. Y recuerda que 6.000 discapacitados esperan una oportunidad en la bolsa de trabajo de Fepamic.

Entrevista a Sara Rodríguez, Presidenta de Fepamic.

Entrevista a Sara Rodríguez, Presidenta de Fepamic.

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Córdoba

La Federación Provincial de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica, Fepamic, cumplió el pasado mes de febrero 30 años desde su fundación en 1988.

Los actos centrales de tan señalada fecha tuvieron lugar el pasado viernes, en el Palacio de Viana. En Radio Córdoba hemos aprovechado este aniversario para entrevistar a su presidenta, Sara Rodríguez.

A los dos años, Sara Rodríguez se quedó sorda. Una operación quirúrgica le permitió recuperar un pequeño resto de audición, lo que, unido al tesón de su madre, que se aferró a la Teoría oralista, logró que Sara pudiera hablar cumplidos los 6 años.

Doce años vinculada a Fepamic, a la que te incorporaste como economista. ¿Cómo fue tu llegada?

La verdad es que fue como un accidente cuyas consecuencias, afortunadamente, puedo seguir disfrutando. Yo estaba estudiando en ETEA y desde Fepamic fueron a la facultad preguntando si había algún economista. Así aterrice en Fepamic. Al principio no conocía el mundo asociativo ni de la discapacidad. Mis padres me habían normalizado tanto que aquello para mí fue todo un descubrimiento, un choque con la realidad. Pero al mes le dije a mis padres, que son extremeños: “lo siento pero me quedo aquí en Córdoba porque este proyecto creo que es muy interesante” Y lo que en principio iba a ser para un año pues, fíjate, ya van para doce.

En 2016 sustituyes a Antonio Hermoso en la presidencia de Fepamic, de la que ya eras vicepresidenta. ¿Sería imposible entender el papel de Fepamic sin Antonio?

Totalmente. Todos los que le conocemos sabemos que él ha sido el gran impulsor, el que ha aglutinado todas la inquietudes de todos los que estamos allí y ha conseguido que un gran equipo sigamos creyendo y comprometidos con el proyecto. La verdad es que sin él no sería entendible Fepamic

Fepamic comenzó en 1988 en una modesta sede de la calle Motril. Ahora contáis con unas magníficas instalaciones en la calle María Montessori ¿No paráis de crecer?

La verdad es que cuando nos cuentan como comenzaron, sentándose en cajas de refrescos, para nosotros es supermotivador. A nosotros nos caracteriza el continuo reto. Pensamos que todavía hay muchísimas necesidades como para que nos paremos a esperar a que los demás nos busquen las soluciones. Tenemos que crearlas nosotros. Así fue como empezamos a generar los distintos Centros Especiales de Empleo, de los que ahora tenemos cinco, que aglutinan a 750 trabajadores. Tenemos centros de día, residencia, centros de formación, limpieza viaria, destrucción de archivos, lavadero de coches, que están dando una oportunidad a muchas personas que hasta ahora tenían cerrada el acceso al mercado laboral. Pero seguimos pensando en los 6.000 a los que todavía no hemos llegado. La cifra más importante es la que todavía está por hacer.

Y la sociedad cordobesa ¿Cómo ha evolucionado en estos 30 años en el trato a las personas con discapacidad?

Córdoba tiene un tejido asociativo muy grande que ha trabajado mucho con las personas más vulnerables. Pero aun así, nos damos cuenta de que no nos conocen. Siguen pensando que una persona con discapacidad es la que está en una silla de ruedas. Las personas con discapacidad podemos hacer muchas cosas y están preparadas para hacer mucho más. Creemos que tenemos que reivindicar nuestros derechos pero acompañados de nuestras propias obligaciones, solo así nos verán como iguales. Solamente que hay que trabajar las diferencias de forma diferente y todo el mundo tiene que ser sensible a que no todo el mundo tiene las mismas oportunidades.

En una provincia con tanto paro como la nuestra. ¿Hasta qué punto es complicado pedir la integración laboral de las personas con discapacidad?

Muy complicado porque se entiende que la persona con discapacidad es un gasto para la empresa. Hasta que no consigamos demostrar que una persona con discapacidad es igual o mejor que una persona que no la tiene no avanzaremos en ese aspecto. Pero para creer hace falta información y nosotros podemos ofrecerla en Fepamic. Queremos utilizar este 30 aniversario para enseñar a los cordobeses los números que lo demuestran

 Siempre habéis buscado el respeto, nunca la caridad …

Exactamente. Nosotros siempre pensamos que la única forma de que realmente nos respetemos unos a otros es que todos tengamos las mismas oportunidades. No por tener unas diferencias, esa diferencia tiene que ser entendida como una vulnerabilidad susceptible de lástima. Es una vulnerabilidad susceptible de apoyo, necesario para que la capacidad no se vea mermada respecto al compañero.

Para toda esta labor es muy importante que se os vea trabajando. Hasta ahora, en Córdoba capital teníais muy poca presencia. Ahora habéis conseguido dos contratos muy importantes del Ayuntameinto de Córdoba: la limpieza de parques y jardines y la recogida de la naranja. Además de dar empleo ¿es también una cuestión de imagen para vosotros?

Ahora podemos mostrar lo que ya veníamos haciendo en otras ciudades como Huelva, Sevilla, Granada o Málaga. Sobre todo de acercamiento, para mostrar lo que se puede hacer con las personas con discapacidad, que son igual de rentables.

Algunos de estos contratos no han estado exentos de polémica. El sindicato CTA denunció que los trabajadores de Fepamic que recogen la naranja reciben la mitad del jornal de lo que se cobra en el campo. ¿En qué quedó esta acusación?

Al final, afortunadamente, todo ha caído por su propio peso. Todo es fruto del desconocimiento. De las 60 personas que hemos contratado, 50 no habían trabajado más de 3 meses en los últimos 6 años. Ha habido que formales en hábitos para ayudarles a salir de ese estado de hastío en que se encontraban.

¿Pero eso justifica que cobren menos?

Si es que no cobran menos. Nosotros respetamos el convenio por el cual nos regimos, que es el de los Centros Especiales de Empleo y no el del campo. Ese convenio recoge la casuística de las personas con discapacidad. Nosotros trabajamos para ir avanzando. De no ser Fepamic, esas personas no hubieran tenido una oportunidad de trabajo.

Quedan 6.000 personas en vuestra bolsa de empleo. ¿Algún proyecto a la vista donde puedan tener cabida algunos de ellos?

Tenemos que pensar en aquellas personas de la bolsa que carecen por completo de formación. Creemos que la única forma de descongestionar ese cuello de botella es, precisamente, a través de la formación, a la que muchos de los discapacitados se han incorporado muy tarde. El 70% de los inscritos en la bolsa carecen de los estudios mínimos. Por eso nos hemos homologado en competencias claves de forma que les garantiza el itinerario completo y que puedan realizar las prácticas en nuestros propios centros y luego acudir al empleo. Es la única forma de que esa bolsa de empleo se descongestione. Estamos pendientes de la autorización de la Junta, de una firma, para poner en marcha la totalidad del proyecto.

El jueves pasado vivimos la primera huelga de mujeres en España. ¿Ser discapacitada y mujer es una doble dificultad?

Doble y triple. Si ya de por si la mujer lo tiene complicado en el mercado laboral, si encima tiene una discapacidad vamos incrementado la complejidad, y si tiene familia ya lo incrementamos totalmente. Todavía falta mucha sensibilidad.

Nosotros, afortunadamente, en Fepamic tenemos planes de igualdad y no nos hemos planteado nunca que un hombre pueda tener más acceso a un puesto de trabajo. De hecho, desde el año 2016 en Fepamic hay más mujeres que hombres. Hay trabajos que habitualmente asociamos a las mujeres, como los de cuidadoras de nuestros centros, que tenemos repartidos por igual. Sin embargo, es verdad que hay otros, como en la limpieza viaria que siguen protagonizados por hombres. Y, por cierto, nos está costando mucho trabajo encontrar mujeres para otros puestos, como por ejemplo el de conductoras de nuestros transportes.

 ¿Hay techo de cristal y brecha salarial para la mujer con discapacidad?

En nuestro convenio da igual que seas hombre o mujer, pero es verdad que en el mercado laboral se encuentran esa realidad. El problema empieza con las dificultades que encuentran las mujeres para acceder a puestos de cualificación y responsabilidad. Las mujeres con discapacidad tampoco tienen las mismas oportunidades de demostrar su valía.

 

 
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