"Necesitamos políticas que busquen la igualdad real si queremos una sociedad justa e inclusiva"

Palencia

La Plaza Mayor ha acogido la lectura del manifiesto que a cargo de Concepción Hervella ha convocado el Consejo de la Mujer de Palencia. Representantes políticos, sindicales, sociales, de diferentes administraciones públicas o estamentos han arropada esta lectura que ha reivindicado la igualdad real y efectiva de hombres y mujeres para lograr un sociedad justa e inclusiva. Ha reclamado políticas que rompan la brecha salarial, que faciliten la concialicaión laboral, mayor presencia en los puestos de reponsabilidad y mayor participación en todos los aspectos de la sociedad.

Reproducimos a continuación el manifiesto para que puedan ustedes leerlo:

"Este 8 de Marzo queremos manifestar un año más nuestro compromiso con las mujeres, con la defensa de sus derechos y con las políticas de igualdad como instrumento para avanzar hacia una sociedad democráticamente más justa y equilibrada en la toma de decisiones entre hombres y mujeres.

El día Internacional de la Mujer, recuerda a las mujeres trabajadoras que hace más de 100 años, en una fábrica de camisas de Nueva York, iniciaron una lucha reclamando un trato salarial justo y unas condiciones laborales equiparables a las de los hombres.

Desde entonces hasta ahora, y a pesar de las dificultades, la historia de la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres es una historia de éxito.

Derechos impensables en épocas anteriores, hoy forman parte de nuestro día a día: el acceso a la formación, al empleo, a la propiedad privada y el derecho a voto.

El compromiso con la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, tanto de forma individual como a través de las instituciones, entidades y asociaciones, ha permitido que mujeres y hombres hayamos alcanzado en España la igualdad ante la ley y se hayan dado importantes pasos para erradicar las distintas formas de discriminación que impiden a las mujeres el ejercicio pleno de sus derechos.

Hoy contamos con un marco normativo que garantiza la igualdad de trato y de oportunidades y el impulso de las políticas públicas para promover el empoderamiento de las mujeres y la erradicación de la violencia que se ejerce sobre ellas.

Son muchos los logros alcanzados, pero ello no debe hacernos caer en la autocomplacencia o en la resignación, porque aún persisten desigualdades, que no solo debemos denunciar sino afrontar con determinación.

El resultado de la desigualdad en España es:

• · La brecha salarial de género, aunque se ha reducido en 4 puntos, se sitúa en torno al 15 % según Eurostat. La concentración de mujeres en sectores mal remunerados es un factor relevante a la hora de entender las diferencias, situación que se agrava en el caso de las mujeres con discapacidad, donde se puede hablar de "doble discriminación" -por género y discapacidad, con menores oportunidades de acceso al empleo, peores salarios y posibilidades de conciliación de la vida familiar y laboral y desarrollo profesional.
• · En la incorporación al mundo laboral, seguimos padeciendo mayor temporalidad, la jornada laboral a tiempo parcial es desempeñada por mujeres en un 75,21%, es decir, una de cada cuatro mujeres con empleo.
• · Las pensiones de viudedad son recibidas en un 82% por mujeres y la media es de 647,8 euros al mes, bastante menos que las de jubilación (1.066,86 euros).
• · El 90,57% de las excedencias por cuidado de menores y mayores son solicitadas por mujeres.
• · Las mujeres dedican dos horas más que los hombres a las labores del hogar.
• · Solo hay un 18% de mujeres en el Tribunal Constitucional.
• · Solo hay 59 mujeres en las Reales Academias Españolas, frente a 484 hombres.
• · Siendo el 60% de los licenciados, solo el 21% son catedráticas.
• · Solo hay 9 rectoras en las más de 80 universidades españolas.

Un siglo después, la lucha de las mujeres por lograr la igualdad real y efectiva continúa, y los datos siguen revelando diferencias.

Por todo ello, debemos impulsar los cambios necesarios que permitan, cuanto antes, afirmar con rotundidad que en España hemos alcanzado la igualdad real de oportunidades, no solo la legal, y evitar casos como el de Camilla.

Camilla tiene 37 años. Es licenciada en dirección de empresas y master en recursos humanos. Comenzó a trabajar en el departamento de administración y dirección de una empresa del sector automovilístico con 26 años. En dos años logró ascender y con 29 años era directora de su propio departamento.

Cuando su desarrollo profesional estaba en auge, decide que es el momento de dar un paso adelante en su vida familiar y se queda embarazada.

Conciliar su vida laboral, su vida familiar y su propio cuidado, ya durante el embarazo, la resulta agotador y difícil.

Tiene su primer hijo con 30 años, asume su baja maternal y la conciliación de la vida familiar y laboral y la corresponsabilidad en su casa comienza a ser una carga que recae en mayor medida sobre ella.

Su pareja trabaja en el sector de las finanzas, su horario es largo y poco flexible y el tiempo que dedica a sus responsabilidades familiares escaso.

Camilla concluye su baja maternal, unida a la lactancia y las vacaciones y se incorpora a trabajar.

El peso de la familia, unida al trabajo la lleva a pedir una reducción de jornada, lo cual no “cae bien” dentro de las altas esferas de su empresa.

Los problemas laborales empiezan a agudizarse, deja de tener peso en las decisiones de la empresa, es relegada de alguna de sus funciones y un conjunto de circunstancias, la llevan a encontrar la carta de despido sobre la mesa.

Denuncia y la indemnizan como despido improcedente, pero la realidad es que la compensación económica no llena la sensación de impotencia que siente, su hijo, su mayor tesoro, a ella le ha costado su carrera profesional y sus aspiraciones laborales.

Su pareja la consuela, al menos el tiene un buen trabajo y puede dar estabilidad a la familia, pero la realidad es que el sigue en el mismo punto a nivel laboral que antes de ser padre, incluso con aspiraciones de mejora, y ahora, con su mujer en casa, con menos carga si cabe, en materia de conciliación y corresponsabilidad.

La realidad de Camilla y de otras muchas mujeres nos llevan a ver que la igualdad real está aún por alcanzar, y por eso, hoy en el día Internacional de la Mujer, queremos incidir en la importancia de seguir desarrollando políticas que:

• · faciliten la conciliación de la vida familiar y laboral.
• · mejoren las condiciones laborales de las mujeres.
• · actúen para favorecer el empleo, la formación y la promoción de las mujeres en las empresas.
• · promuevan la educación cívica y en igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.

 El Consejo hace un llamamiento para que la igualdad entre mujeres y hombres se sitúe como objetivo prioritario en todas las políticas y en todas las actuaciones de instituciones y organizaciones públicas y privadas, si en verdad queremos una sociedad justa e inclusiva.