Registran la vivienda del detenido por el crimen de Paz Fernández

Oviedo

Tras ser detenido este viernes en su casa, como principal sospechoso del crimen de la gijonesa Paz Fernández Borrego, Javier Ledo, coañés de 42 años prestó declaración ante la Guardia Civil de Luarca que dirige las diligencias de investigación, y fue conducido a su domicilio donde se realizó por espacio de unas dos horas un registro en el que participaron incluso perros especializados en la búsqueda de restos biológicos. Horas más tarde hubo un segundo registro de la vivienda, que se encuentra en el centro de Navia y a escasos metros de la pensión en la que se alojaba Paz Fernández cuando tuvo lugar su desaparición el pasado 13 de febrero. El presunto asesino continúa custodiado por la benemérita hasta que pase a disposición judicial para responder ante el juez de Luarca por el crimen.

Ledo, amigo de la víctima, fue la última persona vista con la mujer el mismo día en que desapareció, pero según su versión había un tercer hombre misterioso del que le había hablado por mensaje de whatsapp la propia Paz Fernández, lo que podría ser una forma de quitar los focos de su persona. Focos que él sabía que la Guardia Civil había puesto sobre él desde su primera declaración tras la desaparición de su amiga y que le llevaron a proclamar su inocencia en dos diarios asturianos, en los que este viernes, mismo día de su detención, se publicaban sendas entrevistas en las que da todos los detalles de su relación de amistad con la mujer asesinada y de lo que hicieron juntos en Navia hasta su desaparición. Lo último que cuenta de ese día es que él la esperaba para cenar en su casa pero que ella nunca apareció.

Paz Fernández, gijonesa, madre de dos hijos, la más pequeña de 6 años, desapareció el pasado 13 de febrero, el mismo día en que había llegado a Navia para pasar allí unos días, algo que hacía de vez en cuando al tener amigos en la villa. Su cuerpo sin vida era hallado el 6 de marzo por un piragüista en el embalse de Arbón, en el concejo de Villayón.

La autopsia del cadaver de la mujer determinó la muerte violenta, con numerosos golpes en la cabeza perpetrados con un objeto romo y lesiones también en el cuello.

El ahora detenido como supuesto autor de su muerte compartió en su muro de Facebook, el día antes de su detención una fotografía de Paz Fernández con un lazo negro.