"Asesinó a mi abuelo para hacerme daño”
La nieta del anciano asesinado por 37 puñaladas en Icod de los Vinos revela una historia de acoso constante por su expareja
Santa Cruz de Tenerife
La vida de kendra dio un vuelco el 16 de enero de 2016, cuando su expareja accedió a la vivienda de sus padres buscándola, pero con quien se topó, fue con su abuelo. Fue un encuentro mortal: la víctima, quien sufría un ictus y no podía caminar ni hablar, recibió 37 puñaladas y golpes en la cabeza con un palo de bambú y una figura decorativa. La muerte se produjo tras unos minutos de agonía. Casi tres años después, en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, Kendra ha desvelado una historia de acoso por parte de su ex novio. Todo comenzó en 2013, cuando Sergio y kendra se conocieron por internet a través de un juego on line denominado Warcraft que permite a los jugadores comunicarse vía chat. Sergio tenía 22 años y Kendra tan sólo 14.
La relación se inició y el presunto asesino visitó varias veces Tenerife desde Santander. Las cosas comenzaron a torcerse cuando Kendra decidió dejar la relación. A partir de entonces comenzó el acoso continúo hasta el punto de que la menor tuvo que dejar de utilizar el teléfono móvil. Sergio viajó nuevamente a Tenerife y rompió el coche de la madre de kendra.
"Era bastante celoso y controlador. Siempre me estaba diciendo con quién podía hablar y con quien no, y qué tenía que ponerme", explicó Kendra en su declaración en sede judicial. La última vez que viajó Sergio a Tenerife era para cumplir un plan mortal. Se había informado de cómo cometer un asesinato y no dejar huellas. Además, tanto la menor como su madre, aseguran que el presunto autor de los hechos conocía la parte más débil de la familia: el abuelo. El 16 de enero de 2016, Sergio deambuló por el domicilio de los padres de Kendra y tocó a la puerta. En la casa se encontró con Salvador que apenas podía caminar tras haber sufrido un ictus. Estaba solo en la casa y sin posibilidad de defensa. Sergio le asestó 37 puñaladas utilizando varias armas blancas debido a que los cuchillos se rompían por la violencia del ataque. Finalmente, le destrozó la cabeza con una figura decorativa que se encontraba en una repisa. Desde entonces Kendra sufre secuelas. "No puedo dormir sola sino con alguien en la habitación. Sigo teniendo miedo y estoy en tratamiento psicológico por el sentimiento de culpa", explica la menor que ahora cuenta con 16 años. Tanto Kendra como la familia considera que el presunto autor del asesinato mató al abuelo porque era el eslabón más débil.
Prisión permanente revisable
Debido a la especial crueldad empleada en el asesinato de Salvador, la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha solicitado la pena de prisión permanente revisable o bien, alternativamente 20 años de prisión más 10 años de libertad vigilada. Se trata de la primera vez en Canarias que se solicita la prisión permanente revisable.