Las depuradoras dicen que son las víctimas

Operativos de este calado repercuten negativamente en la comercialización del producto, por eso desde la Asociación Gallega de Depuradoras lanzan un mensaje de tranquilidad para el consumidor: “Todo lo que sale de nuestras depuradoras se puede consumir sin problema”

Las depuradoras dicen que son las víctimas

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Pontevedra

Ramón Blanco, expresidente de la asociación gallega de depuradores y uno de los empresarios a los que se requirió documentación en esta operación internacional de almeja de dudosa legalidad, aclara que las depuradoras gallegas registradas por la policía portuguesa ayer no están en calidad de investigadas en este proceso sino como puntos de información al ser receptores de parte de la mercancía que ilegalmente se movía desde el sur del país vecino. Es decir, que son víctimas y no parte del proceso de investigación.

Lo que está claro es que operativos de este calado tienen su repercusión en negativo en la comercialización y por eso Blanco lanza un mensaje de tranquilidad para el consumidor: “Todo lo que sale de nuestras depuradoras se puede consumir sin problema”

Las depuradoras y otras instalaciones arousanas registradas ayer conforman el final de una cadena que tiene su primer eslabón en el sur de Portugal, en la zona del Estuario del Tajo que es de donde se extraen toneladas de almeja que luego son transportadas a Galicia y otros puntos de España.

Todo se inicia en una investigación que lleva a cabo la policía marítima portuguesa al seguir desde hace tiempo la actividad de un gran grupo perfectamente organizado que dispone de una infraestructura amplia para el traslado de la mercancía, vehículos preparados para despistar los controles en carretera y empresas de importación con las que manejar la documentación que daba validez a su actividad y ocultaba el origen de la mercancía.

Para la extracción del marisco de la costa portuguesa, se valían de mano de obra extranjera, del resto se encargaba la organización, esconder el marisco, preparar los papeles para darle apariencia legal y el transporte posterior con destino fundamentalmente Galicia y el País Vasco.

En los registros practicados ayer en Cambados y O Grove participaron efectivos de la policía lusa con la colaboración de la Policía Nacional, autonómica y Guardacostas de la Consellería do Mar.

De ese trabajo se ha recogido numerosa documentación sobre transacciones realizadas con firmas del país vecino. De momento no se han registrado detenciones.

 
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