Un error de Cifuentes en la votación permite que Podemos impulse su propia Ley de Universidades

Madrid

La sorpresa ha saltado al filo de las 13.30 horas de la tarde de este jueves. En ese momento se estaba celebrando la votación de la Enmienda a la Totalidad de Podemos contra la nueva Ley de Universidades de Cifuentes. De pronto, sin esperarlo, la tribuna de invitados y la bancada de Podemos ha empezado a romper en aplausos. De los aplausos se ha pasado a la confusión, y de la confusión a la sorpresa. La noticia estaba en la pantalla de votación, la imagen desvelaba que un diputado de la bancada del PP no había votado. La sorpresa ha llegado al comprobar que ha sido la propia Cristina Cifuentes quien ha desequilibrado la votación, aparentemente porque su botón no ha funcionado. La Presidenta madrileña ha pedido que se reconsiderase su voto, pero Podemos lo ha frenado amparándose en el reglamento de la cámara y en otros precedentes en los que la revisión de la votación se ha realizado siempre después de la sesión plenaria, no durante su celebración.

El error de la Presidenta tiene graves consecuencias. Su fallo ha permitido que Podemos impulse su propia Ley de Universidades porque su enmienda ha salido adelante, es decir, la formación morada ha conseguido que su texto de la Ley de Universidades sustituya al original del Gobierno. Pero no está todo dicho. Habrá que esperar a ver cómo termina este culebrón, los servicios de la Cámara van a revisar el sistema telemático de votación para verificar si falló o no el botón de la presidenta. Según fuentes de la propia Cámara, desde el verano, en todos las situaciones similares los servicios técnicos de la Asamblea de Madrid han concluido que nunca ha fallado el sistema de votación, detrás de esos fallos, siempre ha habido un error humano.

El Gobierno madrileño, a través de su portavoz, Ángel Garrido ha acusado a Podemos de "quebrantar la voluntad popular" y de carecer de cualquier tipo de "cortesía parlamentaria" por aprovecharse del permiso de paternidad del portavoz de Ciudadanos, Ignacio Aguado. Su escaño es el único que ha estado vacío durante la sesión plenaria de este jueves. Su ausencia afecta a la maquiavélica aritmética parlamentaria. Sin él, el tándem PP-Cs suma los mismos votos que la alianza PSOE-Podmos, es decir, 64 diputados frente a 64 diputados. El reglamento de la Cámara madrileña dice que en caso de empate durante una votación, si persiste el empate durante tres votaciones seguidas, la iniciativa decae, en este caso, habría sido la enmienda de Podemos. Pero el error de Cifuentes ha provocado que haya 64 votos a favor - los de PSOE y Podemos- y 63 en contra - los de PP y Ciudadanos-.

Conclusión, la enmienda con el texto alternativo de Podemos ha sido aprobada.