Cursach, el animalista armado
El Cursach animalista es todavía más sorprendente que el Cursach que duerme durante ocho años con una escopeta bajo la cama sin reparar en ella
"La línea roja" de Matías Vallés (16/03/18)
01:05
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PALMA
Cursach dormía con un arma bajo la cama.
Esta constatación parece una intromisión en la intimidad del empresario, salvo que lo ha llevado a juicio por tenencia ilícita de armas.
Sin llegar al remordimiento, Cursach debía acostarse alguna noche con cierta preocupación sobre las consecuencias de sus negocios y tratos con políticos.
Pero nunca podía imaginar que se sentaría en el banquillo por un arma.
Estaba armado pero no alarmado.
Claro que también es plausible la tesis del fiscal, sobre la clandestinidad de un arma con la que su propietario real nunca sería identificado.
En su lógica defensa, Cursach ha declarado que es Animalista, por lo que no mata animales.
Esta confesión nos permite entender los resultados crecientes de las formaciones animalistas en las elecciones.
También nos obliga a convivir con la idea del animalista armado, tan contradictoria en apariencia.
El Cursach animalista es todavía más sorprendente que el Cursach que duerme durante ocho años con una escopeta bajo la cama sin reparar en ella.
Sin ermbargo, hay una imagen más asombrosa que el Cursach animalista o durmiente sobre un arma.
Y es la estampa de Cursach en el banquillo