A Madroa, tierra de goleadores

Vigo

Cuando Lopetegui ofreció la última lista previa al Mundial hubo dos cosas que llamaron la atención: los canteranos Rodrigo y Iago Aspas adelantaron a Morata en la rotación y, la segunda, es que si le sumamos a Diego Costa, los tres coincidieron en el Celta en el 2007. Cuando uno ve la tabla de goleadores de Primera División y busca los mejores killers nacionales, ahí están Iago Aspas, que aspira a repetir como pichichi nacional, Rodrigo Moreno y Santi Mina. Para orgullo celeste, tres jugadores canteranos que ahora han encontrado el camino del gol y se han convertido en tres jugadores importantes para sus equipos.

Iago Aspas es el máximo goleador nacional con 16 goles. Y eso que comenzó sin marcar en las siete primeras jornadas; tampoco le ayuda la irregularidad que está mostrando el equipo durante toda la Liga. Había empezado como un tiro Maxi Gómez, le sacaba muchos goles de ventaja pero Iago Aspas tiene, entre ceja y ceja, ir al Mundial y va camino de conseguirlo. Lleva 16 goles de los cuales 11 fueron con el pie, 1 de cabeza, 2 de penalti y 2 de falta directa. Pero además hay que anotarle otra virtud muy grande a Aspas: lleva 5 asistencias de gol. Su ratio es un gol cada 151 minutos de juego. Aspas ha pasado de ser un símbolo del Celta a uno de los jugadores de la Liga más determinante. Es un ganador nato desde pequeño, como cuenta Carlos Hugo García Bayón, actual responsable de la cantera del Celta. Recuerda el leonés que, cuando era el segundo de Eusebio, les tocó darle la alternativa a aquel chaval de la cantera que entrenaba y jugaba con un hambre de fútbol tremenda. Era pura ambición y trabajo. Recuerda Carlos Hugo cómo era capaz de tirar caños en los rondos a los veteranos y jugaba con una personalidad impresionante.

Ahora los canteranos del Celta, los futuros Aspas deberían verse en su espejo; Iago es la estrella que golea, que asiste, pero también es la estrella que se pone el mono de trabajo y presiona al rival en el minuto 88. Valores importantes que, con orgullo, se ven en A Madroa.

Y de símbolo a símbolo. El delantero que renunció a irse al Inter de Milán en los 80 por seguir en el Celta, disfruta muchísimo con Iago. Asegura Pichi Lucas que es uno de los jugadores más determinantes de la Liga, sonríe cuando piensa que el de Moaña irá al Mundial, y asegura no saber cual es su techo como futbolista.

El Valencia apostó muy fuerte por Simone Zaza como el delantero referente. Había empezado como un tiro esta temporada, era el máximo goleador del Valencia y lo fue de toda la Liga en las primeras jornadas. Pero, con el paso del tiempo, Rodrigo Moreno está siendo más regular y constante. Ya no solamente en su juego sino también en su rol, en los galones y en su acierto de cara al gol. Rodrigo volvió a marcar este fin de semana y, en el partido decisivo de la semana pasada, demostró que es uno de los delanteros nacionales más importantes. Visitó Valencia el Pizjuán ante un hambriento Sevilla y el excéltico marcó dos goles y tuvo otras dos ocasiones claras que salvó apuradamente Sergio Rico. Fue una exhibición de desmarque intuitivo, carrera al espacio, observación y frialdad en la definición. Aspectos que ya se dejaban entrever en su paso por A Madroa, e incluso a su paso por la inagotable fuente de talentos que es el Val Miñor. Rodrigo fue “cazado” por Ramón Martínez para la cantera del Real Madrid y de allí se fue a Inglaterra y a Lisboa. Todo muy rápido pero ahora estamos viendo al Rodrigo que maravillaba con el juvenil del Celta. Rodrigo lleva 13 goles en Liga y, además, ha dado ya 7 asistencias. Su ratio de goles es de 1 gol cada 158 minutos. Marcó 8 con el pie, 4 de cabeza y 1 de penalti. Esa capacidad de definir no se pierde, recuerda Javier Lago, su técnico en el Val Miñor. Sostiene Javi que cada vez que ve a Rodrigo Moreno se puede ver a uno de los delanteros más completos del fútbol español.

En el recuerdo, antes de enrolarse en A Madroa, esa sonrisa permanente y lo buen chico que es le definen. Muy humilde y superando adversidades para intentar triunfar en el fútbol.

Y en esa tabla de máximo goleadores nacionales, tras Aspas con 16, Rodrigo con 13, aparecen Gerard Moreno (Espanyol) y Ángel (Getafe) con 12 goles. Con 11 ya irrumpe Santi Mina empatado con Portu (Girona). Pese a jugar menos minutos que Rodrigo (13) o Zaza (12), el vigués se ha convertido en un revulsivo, en un microondas que es capaz de salir desde el banquillo y revolucionar un partido. Juega siempre con mucha intensidad, con mucha personalidad y descaro. Es lo que más destaca de él, Pichi Lucas, un entrenador con ADN de goleador. Cuando Pichi Lucas sube al Celta de Tercera a Segunda División B, recuerda como tiró de aquel delantero talentoso del juvenil para que pudiese ayudar en la recta final de Liga y en el playoff. Y vaya si ayudó, Santi Mina marcó 8 goles y demostró que su principal virtud es que siempre juega con mucha personalidad.

Ahora, con el paso del tiempo, ve Pichi Lucas como incluso ha mejorado su juego de cabeza (5 goles) y está mucho más fino. Además la madurez le ha servido para aprender de los errores y también para jugar con la misma personalidad pero con más sangre fría. Santi Mina se ha convertido en otro goleador importante. Su ratio es de 1 gol cada 112 minutos.

Y no nos podemos olvidar de Borja Iglesias. Había marcado 30 goles en Segunda B y tenía que pasar el examen de salto de categoría. Muchos veían como eso iba a ser complicado. Borja, con el doblete de ayer lleva ya 15 goles con el Zaragoza. Y queda mucha competición por delante. Otro killer con acento de A Madroa.