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La Comunidad de Madrid vulnera la ley para hacer bilingüe un colegio

La Consejería de Educación ha pasado por alto la votación en contra del claustro y del Consejo Escolar del CEIP Alejandro Rubio de Guadalix de la Sierra

Cristina Cifuentes visita un colegio bilingüe / Comunidad de Madrid

Madrid

La orden de la Comunidad de Madrid que regula el proceso para sumar a la red bilingüe a un centro educativo es clara: para que puede participar en el programa de aprendizaje en inglés de la región es necesario que cuente con el apoyo mayoritario del claustro de profesores y del Consejo Escolar. En el Colegio Alejandro Rubio de Guadalix, cuando la propuesta se sometió en el mes de enero al claustro hubo solo 11 votos a favor y 22 en contra. En el caso del Consejo Escolar, también fue rechazada por 5 votos a favor y 8 en contra.

A pesar de esto, el director del colegio, según relata la presidenta del AMPA, Paula Gómez, presentó el proyecto a la Dirección de Área Territorial Norte de la Consejería de Educación. "El director presentó una solicitud que no cumplía con los requisitos de la administración. Puede ser de forma negligente, porque no lo supiera, o puede ser de mala fe, porque sí lo sabía y aún así le daba igual", explica Gómez. Las familias del Alejandro Rubio aseguran que el propio director les explicó en una reunión que la propia administración había sido la principal interesada en que el colegio presentara la solicitud.

El proyecto del director se baremó, como se hace con todas las solicitudes, y se aprobó junto al de otros 24 centros educativos que el curso 2018-2019 se sumarán a la red de colegios bilingües de la Comunidad de Madrid. Según la presidenta del AMPA los representantes de la Consejería de Educación en el norte de la región les dijeron que no era necesario cumplir los requisitos de la administración. "Nos dijeron que ellos habían considerado que podía ser positivo para el colegio y que aunque tuviera en contra al claustro y al consejo escolar, habían decidido darle luz verde", argumenta Gómez.

Las familias no han podido acceder ni al proyecto que presentó el colegio ni a la baremación que le otorgó la Consejería de Educación, a pesar de que son documentos de carácter público que afectan a la vida del centro educativo. Una a una, están haciendo llegar sus reclamaciones a través de recursos de reposición a las oficinas del departamento que dirige Rafael Van Grieken. Un portavoz de Eduación reconoce a la SER que ahora mismo se está revisando el proyecto para detectar si ha habido algún error.

 
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