El Dron, una herramienta de trabajo y de seguridad

Pontevedra

El dron se conoce por definición como un vehículo aéreo, no tripulado, controlado por radio. Hace tan solo diez años era un completo desconocido en nuestras vidas, pero bien sea como juguete o como herramienta de trabajo, ha llegado para quedarse.

Tienen múltiples funciones que los hacen útiles en tareas complicadas como inspecciones técnicas, vigilancia contra incendios, en la lucha contra la avispa asiática y en muchos aspectos más. Pero, al mismo tiempo, traen consigo una legislación específica que en muchos casos resulta desconocida para la mayoría de personas, y en otros ni existe.

Seguro que se han preguntado alguna vez si un dron puede sobrevolar un espacio urbano, una parcela privada o invadir nuestra intimidad filmándonos desde el aire. En este artículo, con la colaboración de la empresa Aerocámaras, que se dedica a la formación de pilotos y la implementación de aeronaves y de Jose Carbia, un joven piloto de drones, trataremos de dar respuesta a estas cuestiones y profundizar un poco más en el fascinante terreno de los drones.

Lo primero a tener en cuenta a la hora de hablar de drones es que existen muchos tipos en función de sus características. Para hacerlo más sencillo vamos a diferenciar dos categorías: de 0 a 5 Kg, utilizados para grabación de vídeo, y de 5 a 25 kg, para uso industrial. La diferencia que existe entre un piloto aficionado y uno profesional no depende de las características técnicas del dron que maneje, sino de la actividad final a la que está destinado. Si el dron se utiliza con una finalidad comercial, es obligatorio tener el título de piloto de drones en vigor, y la documentación pertinente que así lo acredita.

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Pero, ¿cuáles son los límites legales de un dron?. Jaime Pereira, gerente de Aerocámaras, nos aclara que está prohibido el manejo de drones en zonas urbanas o ciudades. Desde la AESA, Agencia Estatal de Seguridad Aérea, están trabajando en la elaboración de una ley que permita volar en espacios urbanos pero siempre mediante permisos especiales, aunque, por el momento, esta ley no está en vigor. "Todo está más controlado de lo que la gente cree" afirma Pereira. Destaca también que la invasión de la propiedad privada no es legal pero que mientras no se distingan facciones o caras de las personas no se está infringiendo la ley.

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Por otro lado, estas aeronaves también están limitadas en cuanto a su alcance. A pesar de que existen multitud de drones que se pueden controlar a kilómetros de distancia, la ley es clara: no se pueden sobrepasar los 500 metros de distancia entre la emisora y el dron, sea cual sea el modelo. En el eje vertical esta distancia se acorta, situando la altura máxima de vuelo permitida en 120 metros de altura.

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Como comentamos anteriormente, los drones tienen múltiples aplicaciones, lo que implica un abanico de posibilidades en el ámbito laboral. En Galicia son más de 1.000 los pilotos titulados en la actualidad. Entre ellos se encuentra Jose Carbia, un joven morañés de 21 años, amante de las nuevas tecnologías, que decidió dar un giro a su vida en vista de las posibilidades laborales que ofrece este sector.

Lanzarse al mercado laboral y emprender no es fácil. Primero el título de piloto, luego el dron (el de Jose cuesta unos 800 euros). Una página en Facebook, un canal de YouTube, muchas grabaciones por la Provincia para promocionarse y largas noches de edición de vídeo... y a todo esto hay que sumarle la cuota de autónomos... Como él mismo dice, su proyecto, jDrone, " é un soño". Nosotros esperamos que se cumpla!!